Izquierda Unida propone vincular el IBI de Ponferrada a la política social y de vivienda
ELECCIONES 26-M La formación que encabeza Javier Arias propone que se reduzca el tipo al mínimo cuando se den circunstancias sociales y laborales de riesgo mientras se usa dicha imposición para castigar a quienes generan falsa escasez.
Izquierda Unida en Ponferrada quiere expresar su convicción de que la tasa del impuesto por bienes inmuebles debe ser «un baremo del rumbo izquierdista que debe tener el próximo gobierno municipal». Por ello, el candidato subraya que una política en defensa de los más débiles no puede ser transversal sino de izquierdas: el IBI no se le puede bajar a todos sin cribar a quienes hacen negocio con la escasez».
Para Arias, «hay que desincentivar la esperanza de más especulación y ayudar a quienes están empobrecidos por el sistema». Por ello, Izquierda Unida propone reducir el IBI a la primera vivienda empezando por aquellas familias en riesgo de exclusión y de rentas más bajas. Esta disminución se compensaría rebalanceando el impuesto hacia las entidades que posee numerosas pisos vacíos en la ciudad.
El candidato de IU abunda en que «el ibi debe servir para hacer política social ayudando a quien lo necesita, bajándoselo; y para hacer política de vivienda, invitando las entidades que poseen viviendas vacías a venderlas o alquilarlas a los demandantes». Para Arias, «no se trata de subir el ibi para recaudar más, sino para financiar políticas sociales directas y lubricar el mercado de compra-venta de viviendas».
Para Javi Arias, «los impuestos pueden servir para desperezar la oferta de pisos y para que la banca, que se guía por cálculos matemáticos, entienda que no puede seguir tomando el pelo a los habitantes de este municipio».
Para el candidato de Izquierda Unida en Ponferrada, «el ‘transversalismo’ es el chiste que la banca quiere escuchar, mientras que sólo desde un discurso de izquierda se puede plantear con seriedad que ha habido una gran estafa inmobiliaria y que basta ya de autoengaños». No tiene sentido que en un municipio que pierde población los precios de la vivienda no se hayan desplomado todavía y que quienes se quedan tengan problemas para pagar su hipoteca, su renta o encontrar un acomodo para empezar una vida familiar o de pareja.