El temporal provoca otro derrumbe en la carretera de Peñalba, caídas de árboles e inundaciones
Los bomberos de Ponferrada, Policía Municipal y Protección Civil multiplican esfuerzos para atender todas las incidencias causadas por el fuerte viento y las intensa lluvias.
Las fuertes rachas de viento han derribado árboles en distintos puntos de la ciudad, con especial incidencia en el parque del Temple y el barrio de la Rosaleda. Los bomberos de Ponferrada también han tenido que ocuparse de caídas de cascotes, rescates de animales e inundaciones en bajos o sótanos de diferentes calles.
En total, los bomberos efectuaron un total de 25 intervenciones desde el viernes por la tarde hasta las 10 de la mañana del domingo debido a las adversas condiciones meteorológicas, especialmente durante la tarde del sábado, en la que se concentraron gran parte de las actuaciones. La gran cantidad de incidentes atendidos obligó a los efectivos a redoblar sus esfuerzos y provocó que el operativo disponible tuviera que duplicarse en varias ocasiones.
Como es sabido, los parques, jardines y accesos a las orillas de los ríos Sil y Boeza permanecen cerrados a los ciudadanos debido al temporal que según las previsiones meteorológicas se prolongará hasta mediodía del domingo con lluvia y rachas de viento que pueden alcnazar los 80 kilómetros por hora.
El temporal también ha provocado un nuevo desprendimiento en un tramo de la carretera del valle del Oza que sube a Peñalba de Santiago. La mitad del asfalto transitable se vino abajo este sábado y las avenidas de agua cruzando la vía en varias zonas.
En previsión de los problemas que se podían causar en esta carretera, que viene sufriendo percances de todo tipo desde el invierno pasado, el Ayuntamiento de Ponferrada ya había cortado la circulación en la misma a primera hora del viernes.