Exigen al Gobierno prohibir la incineración en la Ley de Cambio Climático
Más de un centenar de colectivos advierten de que «no es admisible hablar de medidas urgentes y permitir una práctica muy tóxica para las personas y el ambiente».
“Exigimos al Gobierno de España que, tras la Declaración de Emergencia Climática aprobada esta semana por el Consejo de Ministros, incluya de modo claro y explícito en el proyecto de Ley de Cambio Climático la prohibición de la Incineración. No es coherente ni admisible que se estén anunciando 100 medidas urgentes contra el calentamiento global y al tiempo se permita una práctica industrial tóxica, que atenta gravemente contra la salud de las personas y del medio ambiente”.
En estos términos se ha dirigido la Coordinadora Estatal de Plataformas contra la Incineración de Residuos, que agrupa a más de cien colectivos de todo el país, al presidente del Gobierno, Pedro Sánchez; a la vicepresidenta y ministra para la Transición Ecológica, Teresa Ribera; y al vicepresidente y responsable de la Agenda 2030, Pablo Iglesias.
“Instamos al Gobierno de España, al Congreso y al Senado, a prohibir la incineración en la nueva Ley de Cambio Climático. Exigimos al Gobierno que incluya entre sus 100 medidas urgentes una moratoria de los nuevos proyectos de incineración de residuos, así como que se suspenda cualquier tramitación en curso hasta que no se alcancen los objetivos de la Unión Europea de reducir como mínimo el 40% los GEI en 2030 en relación al generado en 2019 y los objetivos de la Ley Catalana de Cambio Climático para 2050. Exigimos una moratoria a todas las autorizaciones a las ampliaciones o cambio de tipología de plantas de incineración, como las de las cementeras, y que se incorpore un plan de cierre y desmantelamiento de las incineradoras existentes, en el marco de la legislación de Prevención de Residuos y el uso eficiente de recursos”, explican.
El Movimiento contra la Incineración valora positivamente la declaración de Emergencia Climática, pero considera que «estará vacía de contenido si se mantienen y consienten las prácticas más lesivas contra la salud de la población como la incineración, tal y como venimos denunciando y como hemos puesto de relieve en abril pasado ante el Presidente de la Comisión Europea y ante la Comisión de Peticiones del Parlamento Europeo. Es hora de actuar».
“La incineración es una estafa que contribuye al calentamiento global y al cambio climático, y es una grave amenaza para la salud pública. Pedimos al Presidente del Gobierno que escuche a cientos de miles de ciudadanos, representados por más de cincuenta plataformas que en octubre de 2018 firmamos la Declaración de Ponferrada contra la Incineración y por el Residuo Cero. Esta declaración ―cuyo contenido ratificamos de nuevo, con la máxima urgencia, ante la Emergencia Climática declarada por el Gobierno, y que les hacemos llegar de nuevo―, articula la unidad de acción del movimiento estatal anti incineración”, agregam.
La Declaración de Ponferrada exige a las Administraciones que no concedan más permisos de incineración o coincineración y que desarrollen alternativas para los residuos basadas en la Reducción, Reutilización, Reciclaje y la prohibición de lo No Reciclable, de modo que no conviertan a las cementeras ni a las centrales térmicas en incineradoras de residuos encubiertas. «La (con)incineración de residuos produce compuestos químicos tóxicos: furanos, Compuestos Orgánicos Persistentes, metales pesados, ftalatos (plastificadores), dioxinas, gases de efecto invernadero y gases ácidos que una vez liberados en la atmósfera pasando a las plantas, animales y personas, produciendo cánceres, disrupciones hormonales, problemas respiratorios y otras enfermedades”, argumentan los firmantes.
Incinerar es la peor solución: hay alternativas
“La incineración de residuos además de peligrosa, está obsoleta. Contamos con medios técnicos, económicos y sociales eficientes y suficientes para apostar por alternativas sostenibles de gestión de residuos y de producción de energía. Las estrategias Residuo Cero demuestran que se pueden gestionar los recursos naturales de otro modo (Reducir, Reciclar, Reutilizar, Rediseñar). La prevención de residuos, la prohibición de productos de un solo uso —como la plaga de las bolsas de plástico—, el consumo responsable, la reutilización y el reciclaje son excelentes aliados en la lucha contra el cambio climático y en el ahorro de energía”, indican los colectivos ecologistas.
“Apostamos por desmaterializar la economía, favoreciendo la transición hacia una economía decrecentista donde consumir menos signifique vivir mejor. Los avances tecnológicos demuestran que es más barato y sostenible un modelo energético basado en la prevención y en la generación de energía limpia”, continúan.
Para los firmantes de la Declaración de Ponferrada, la incineración «es una estafa de la que se lucran las industrias cementeras, térmicas y demás incineradoras que reciben cuantiosas subvenciones por los derechos de emisión de CO2: con el pretexto de paliar el cambio climático, en realidad las Administraciones están pagando por deshacerse como sea de sus toneladas de basura, que no saben cómo gestionar».
“La incineración de residuos supone además un peligro cierto para la agricultura, en especial para la agricultura ecológica, pues las plantas incineradoras expulsan al aire numerosos componentes peligrosos, que van a parar a la tierra y al agua, acumulándose, con resultados catastróficos: una agricultura de baja calidad significa menos generación de recursos y de trabajo”, apostillan.
“Sabemos de qué modo actúan las empresas especuladoras —con despidos masivos cuando conviene a su beneficio, como han hecho tantas veces, sin importarles personas o familias—. Presentan como estable un trabajo precario, a capricho de intereses y decisiones deslocalizadas, como recientemente en León la multinacional danesa Vestas (400 despidos sin titubear para ahorrar 30 millones anuales, tras haber recibido más de 15 millones de € de ayudas públicas). A medio y largo plazo, el trabajo más intensivo, ético y duradero es el que se relaciona con una buena salud ecológica y ambiental”, concluyen las organizaciones que forman parte del movimiento estatal contra la incineración.