El fotógrafo Guillermo Álvarez refleja en su obra la nostalgia por un Bierzo perdido
Delasdueñas, un proyecto nacido del desarraigo, de la nostalgia por la pérdida de una forma de vida, plasma lo que fue y lo que es la España rural.
La exposición de Guillermo Álvarez se basa en la comarca del Bierzo, un punto donde la España rural clásica se deja entrever, donde el cemento y el color toman protagonismo dejando atrás la piedra y el barro. «Las casas se derrumban, las paredes envejecen con óxido y musgo. Sus habitantes tan peculiares y tan perfectamente felices en su pequeño universo, se barajan con los paisajes locales creando un ambiente surrealista que deja ver esta España ácida y despoblada, donde el presente y el pasado se confunden», explica el autor.
Se trata de un proyecto sobre el reencuentro lúdico y personal a través de la cámara donde la imaginación y la realidad se entremezclan, la realidad de lo que es y la imaginación nostálgica de lo que fue. De un lugar importante por ser parte indispensable de nuestras raíces, significativo no por el contenedor, sino por el contenido de cada individuo que lo forma. Donde el tiempo adquiere un ritmo tranquilo que consiente seguir respirando matices clásicos rurales que lentamente se deterioran por la ausencia de los que ya no están, permitiendo que el presente y el pasado se confundan. Retratos con alma, con ese alma que resiste al cambio de los tiempos mientras muta de alguna manera con él.
En Delasdueñas, el artista utiliza la fotografía como una herramienta que le permite retratar de una manera idealizada, la España clásica que se pierde frente al progreso, creando un nuevo paisaje nacional, tanto en su sociedad como en sus paisajes.