El comité de LM paraliza la actividad alegando «riesgo grave» para la salud
Los sindicatos, «perplejos por la insensata e inmoral actitud» de la dirección, apelan a la Inspección de Trabajo para que decida si se puede trabajar.
Las máquinas no han arrancado en el primer turno de trabajo de la empresa LM Wind Power, dedicada a la producción de palas eólicas en Santo Tomás de las Ollas. El comité de empresa ha decidido paralizar la actividad invocando el «grave riesgo para la salud», de acuerdo con lo establecido en la Ley de Prevención de Riesgos Laborales.
En concreto, el artículo 21 de la citada norma legal especifica que ante el «riesgo grave e inminente de la exposición de los empleados en sus respectivos puestos de trabajo», el trabajador tendrá derecho a interrumpir su actividad y abandonar el centro de trabajo, en caso necesario, cuando considere que dicha actividad entraña un riesgo grave e inminente para su vida o su salud.
La pelota está ahora en el tejado de la multinacional, que no ha dado a conocer las medidas que piensa adoptar ante la paralización de la actividad, y sobre todo de la autoridad laboral. Corresponde a la Inspección de Trabajo decidir si LM cumple los requisitos de seguridad imprescindibles para retomar la producción.
El plante de la plantilla de la multinacional, que este jueves iniciaba la reincorporación a la fábrica tras un período vacacional, se produce después de que la dirección rompiera unilateralmente el acuerdo alcanzado con el comité para presentar un expediente de regulación temporal de empleo, lo que motivó un duro ataque de la representación sindical.
«Están jugando con las vidas de los trabajadores y sus familias»
El comité de empresa de LM Wind Power acusó este miércoles a la dirección de estar «jugando con las vidas de las personas trabajadoras, de sus familias y de toda la comarca, además de poner en riesgo de colapso a los sistemas sanitarios locales y provinciales».
Los representantes sindicales, en la víspera de la obligada reincorporación al trabajo de la plantilla, le ponen a LM como ejemplo a imitar «la solidaridad que están mostrando sin reparos y sacrificando su patrimonio personal pequeños empresarios y autónomos, que en ejemplar ejercicio de responsabilidad han cerrado las puertas de sus negocios con ridícula ayuda de las Administraciones».
Sin embargo, reprochan, «en el lado opuesto encontramos a las grandes empresas (sólo de nombre) que insisten en mantener activas sus líneas productivas, priorizando sin vergüenzas sus cuentas de resultados». Y añaden que «esperamos, por su propio bien y el de sus conciencias, que no tengamos que ponerle nombre y apellidos a las consecuencias de este desastre».
«¿De verdad están dispuestos a ponerle precio a un contagio? ¿Y a una víctima? Y, ¿qué me dicen de las lágrimas de las familias, cuánto valen? ¿De verdad hay algo que compense el no poder velar a tus muertos o no tener la posibilidad de despedirte? Ante una situación excepcional, ¿no serían capaces (aunque sólo fuera por una vez y también excepcionalmente) de sacrificar sus bonus anuales por la salud de la gente, de (no lo olviden) su gente?», le espetan a la dirección en un comunicado.
El comité señala que «mientras el país habilita hospitales de campaña o morgues improvisadas, algunos incrementan irresponsablemente la posibilidad de contagios; mientras médicos y enfermeras tratan de protegerse con bolsas de basura y pantallas de protección caseras, otros obligan a sus trabajadores a utilizar fundas y guantes de seguridad y máscaras de carbono; mientras toda la nación se confina en sus casas, otros congregan multitudes para no poner en riesgo la producción. No es la producción lo que está en riesgo, ¡desalmados!».