El presidente de LaLiga, Javier Tebas, ha avanzado a los representantes de cada uno de los 20 equipos de Primera División y a los 22 equipos de Segunda que hay una fecha tope, el 27 de junio. Si para entonces no se ha retomado la competición se podría cancelar la temporada, sin que por ahora se haya estudiado lo que ocurrirá con los títulos, ascensos y descensos.
La posibilidad de disputar los partidos con público se da prácticamente por perdida, aunque se alberga esperanza de poder hacerlo a puerta cerrada, sin espectadores en las gradas, como ya se jugaron algunos encuentros de la liga italiana o de la Champions League.
Aunque algunos clubes no están de acuerdo, esta solución se plantea como un mal menor para evitar acabar el campeonato, algo a lo que se opone la mayoría. Si finalmente se jugase durante el verano, los contratos que finalicen el 30 de junio deberían prorrogarse.
Al margen de la cuestión puramente deportiva, la Ponferradina tiene pendiente de resolver una ampliación de su capital social en torno a los dos millones de euros, hasta alcanzar un total de 3,5 millones, para poder seguir compitiendo en el fútbol profesional cumpliendo las exigencias del Consejo Superior de Deportes y agotado el año de moratoria del que disponía. De momento, la junta general de accionistas en la que se planteará esta cuestión ha quedado aplazada hasta que concluya el estado de alarma provocado por la crisis sanitaria.