[MIRADAS] Frenesí postelectoral
EL OBSERVADOR PARCIAL | El pasado domingo asistimos a la caída del Imperio Usista. Algunos, no pocos, es lo que más destacan de los resultados electorales. Ciertamente el panorama ha dado un vuelco importante pero seguimos teniendo siete partidos en la Casa Consistorial.
El que más reforzado sale de este proceso es el aspirante a político, que parece que ya ha superado la reválida y que tendremos que retirarle la condición de aspirante. La inercia nacional, el haber sabido tranquilizar las aguas del partido en Ponferrada y su trabajo le han hecho merecedor del título de alcaldable.
La sorpresa de la noche fue sin duda que el señor Carballo obtuviese dos ediles, y para celebrarlo el líder bercianista expulsó de su sede, con muy malos modos, a los medios de comunicación que se acercaron a conocer sus impresiones durante la noche electoral. Los analistas dicen que son votos procedentes de Vox y de peperos enfadados con la forma en la que se ha elegido tanto al candidato como a los integrantes de su propia lista. En las filas de Ciudadanos el enfado de Ruth Santín es mayúsculo, pues el haberla relegado al tercer lugar de la lista la ha dejado sin su entretenimiento favorito. Los resultados de ese partido son defendibles para haber apostado por una candidata desconocida, sin experiencia y enormemente perdida durante la campaña electoral.
No sé si sabían que a estas elecciones se presentaban unos partidos llamados VIAS, Municipalistas por el Cambio y Más Ponferrada. Si lo desconocían no se preocupen por ello, pues el electorado tampoco se había enterado. Los sesudos próceres de esos experimentos que se autootorgaban unos resultados históricos en estos comicios se han dado cuenta de su irrelevancia y hasta doña Emi Esteban dice que abandona su yoísta ensoñación de protagonismo político en nuestra ciudad.
El PP tuvo el castigo natural para tantos años de tantas cosas, cuatro de irrelevancia y un enfrentamiento interno que es público
El Partido Popular tuvo el castigo natural para tantos años de tantas cosas, cuatro de irrelevancia y un enfrentamiento interno que es público. La Presidenta de la Junta Local, directora interrupta de nuestro Museos, sacó una nota de prensa dando cera de lo lindo al señor Morala que quiere renovar el partido y que gire en torno a su equipo. Éste por su parte, y su cariacontecido compañero Ángel Calvo, dicen que todavía puede asumir la Alcaldía de esta ciudad. Se está dedicando a ello con frenesí, pero poner de acuerdo a cinco personalidades tan variopintas, todas ellas con grandes dosis de autocomplacencia, no parece tarea fácil, por mucho que tenga ayudas externas de quienes piensen que ese acuerdo defiende mejor sus intereses particulares que un gobierno encabezado por el señor Ramón.
El resultado de Podemos fue relativamente modesto y ese sino fratricida de la izquierda hizo que ochocientos votos de Izquierda Unida se fueran a la papelera. Con todo y con ello, tienen opciones reales de entrar en el Equipo de Gobierno y no han dudado en ofrecerse para un acuerdo con los socialistas aunque, sin duda alguna por el gran desconocimiento que tiene su candidata de la realidad de esta ciudad, propone como tercero en concordia al señor Carballo. Alguno en las redes se ha encargado de explicarle un poco su currículum a modo de lección gratuita de historia política de esta ciudad.
Coalición ha obtenido unos resultados muy por debajo de sus expectativas, y es que el fichaje de un líder vecinal parece que no ha dado los resultados deseados. Algunos venden más humo que realidad cuando se ofrecen a colaborar con un partido político, claro que la culpa es de quien lo compra (el humo, naturalmente). En cualquier caso, en no pocas quinielas se les da también como integrantes de un futuro gobierno municipal. Veremos.
Y ya para finalizar: nuevamente será el señor Carballo el que entregará el bastón de mando al próximo Alcalde de nuestra ciudad. Eso es lo que dice la ley, por mucho que doña Gloria se haya propuesto entregarlo ella misma a modo de despedida. Si es por despedirse, también podrían permitir a don Santiago Macías que lo entregue él mismo. Claro que estará muy preocupado negociando pactos de gobierno para la Junta de Castilla y León. Pero, ¡discúlpennos, nos habíamos olvidado que no ha sido elegido! ¡Qué poco valora el electorado a los políticos de raza!