[PÍLDORAS CONFINADAS] Una regeneración múltiple y exorbitante
El humor, cuanto más irreverente e iconoclasta mejor, es casi lo único que nos puede ayudar en estos tiempos que harían las delicias de aquel Cristobalito Gazmoño creado por Tony Leblanc.
Humor como el de Polònia, el programa que emite la televisión pública catalana. Por supuesto no busquen nada ni remotamente parecido aquí, en la televisión privada de magra audiencia que pagamos como si fuera pública. En plena crisis sanitaria y en jueves santo, para que no se entere nadie, La Junta de Castilla y León anuncia una subvención de 6 millones de euros al medio privado Televisión Castilla y León por ser «esencial». Esencial, hemos de suponer, para el múltiple imputado y su socio, el de EL CASO DE LA CONSTRUCCIÓN DE BURGOS. Lo curioso (o no tanto) es que les parece bien incluso a los de Podemos, no digamos ya a los de Ciudadanos, esos que venían a regenerar la vida pública.
Sigamos con los políticos y los medios: Andalucía ha prohibido a sus sanitarios que hablen del coronavirus en los medios de comunicación. Para hablar ya están las autoridades competentes o incompetentes, que lo cuentan a su manera. Y por eso La Junta de Andalucía paga por artículos de autobombo en OK diario y otros medios para que elogien su gestión de la crisis sanitaria. Al menos estos cobran, que otros publican gratis como información lo que solo es propaganda. Si lo que cuentan las notas oficiales tiene interés informativo, adelante, y si no que paguen el anuncio.
Para hablar ya están las autoridades competentes o incompetentes, que lo cuentan a su manera
Este sábado, El Ayuntamiento de Ponferrada advierte de que intensificará los controles de movilidad. No sabemos dónde ven nuestros munícipes esa supuesta relajación. O igual es que quieren ganarse el aplauso de los talibanes del confinamiento. Otras voces señalan que «Deberíamos reabrir la sociedad la semana que viene, este confinamiento es excesivo». Pero no es que lo diga Martín Varsavasky, hasta alguien tan poco sospechoso de facha o antisistema como el catedrático y magistrado emérito del Tribunal Constitucional Manuel Aragón advierte de que Se ha producido una exorbitante utilización del estado de alarma, entre otros aspectos con un “arresto domiciliario” que implica la suspensión generalizada del derecho de circulación y residencia.
Bueno, pues parece que lo siguiente será recluir a los asintomáticos en modernas leproserías, o como quieran llamar a los hoteles y polideportivos que pretenden habilitar para ese confinamiento ¿voluntario?. Eso sí, con wifi. Por algo Apple y Google colaboran en la tecnología para el rastreo de contactos del COVID-19. Tendríamos que preguntar sobre su legalidad al catedrático emérito como nos preguntamos Por qué debemos envidiar tanto a Portugal. Menos mal que nos queda Portugal, una opción a considerar por los desarraigados y los apátridas vocacionales llegado el momento de la jubilación. Si es que llega.
Se avecinan Entre el confinamiento y la inseguridad económica: malos tiempos para la salud mental. Y el comisario García Molina preocupado por los chistes. Delenda est cuarentena.