Ella (I)
Conducida a presencia del tirano,
éste le preguntó qué prefería;
si embadurnar tinajas en su casa de campo
por un plato de gachas
y un puñado de trigo,
o vivir en palacio y ser, por doce
ases y medio as, su concubina.
Y ella, insolente, le respondió: “Se dice
que se uncen aquí mejores yugos
que en cualquier otra parte del imperio”.
—
Juan Carlos Suñén
Magaz de Abajo