El poeta en la taberna (II)
Lleva el prudente a cuestas
su miedo como el bravo
lleva a cuestas su muerte.
Entre uno y otro
no me han dejado espalda
a la que echarme un oficio.
De taberna en taberna,
he corrido más mundo
del que en el mapa cabe
y aún no he sufrido achaque que me ponga
a comer una rana cocida en barro…
Esto sé de seguro: la tormenta
cuanto más amenaza menos dura,
y tanto da ser perro en país de trigo
como en país de corderos.
—
Juan Carlos Suñén
Magaz de Abajo