[ZASCAS] Justicia poética en chándal
La polémica por las salidas a la calle de Rajoy pone en evidencia las incongruencias, rigidices y prohibiciones absurdas de este arresto domiciliario, como le llama con sobrados argumentos jurídicos el magistrado emérito Manuel Aragón.
La Comunidad de Madrid, y no pocos colectivos, proponen que en la próxima ampliación del estado de alarma se permita salir a la calle a los niños. Otras voces apuntan la conveniencia de abrir ya la mano para que se pueda practicar deporte (caminar a determinadas edades es el único deporte que la mayoría se puede permitir y que, al menos antes, recomendaban los médicos) siempre y cuando se haga en solitario y manteniendo las distancias.
En lugar de plantearse una reflexión sobre esta petición que parece más que razonable, dicen que el Gobierno investigará las salidas del expresidente tras la delación de La Sexta (ellos lo llamarán información). Será que las tropas de Marlaska no tienen otra cosa mejor que hacer. En fin, solo faltaría que la ley mordaza alcanzase al pobre Mariano por ir a comprar el periódico en chándal.
Eso sería justicia poética, la única en la que podemos creer en tantas ocasiones. Y en tal caso contaría con nuestra solidaridad, como la han tenido siempre todos los perjudicados y represaliados por tan injusta y descabellada norma de seguridad ciudadana aprobada por el PP y que ahora no tienen empacho en utilizar a tutiplén PSOE y Unidas Podemos después de prometer su derogación.