Raúl Valcarce: 30 años de prósperos negocios a la sombra del poder
El alcalde de Carracedelo, diputado provincial y presidente comarcal del PP se ha visto salpicado por varios escándalos, pero siempre salió airoso.
De La Coronela a los desinfectantes, pasando por sus relaciones con Ulibarri. El nombre de Raúl Valcarce se ha visto asociado en los más de 30 años que lleva en la vida pública a numerosas operaciones bajo sospecha mientras emprendía una irresistible carrera política que le llevó hasta la vicepresidencia de la Diputación y sus negocios familiares marchaban viento en popa.
Con la empresa agroalimentaria familiar recién estrenada, Valcarce llegó a la alcaldía de Carracedelo gracias a una moción de censura contra el socialista Agustín Rivera Merayo. Para ganarla contó con el apoyo de los concejales de IU y la connivencia de Antonio Canedo, regidor de Camponaraya y hombre fuerte entonces del PSOE berciano, enfrentado en el seno del partido a Rivera.
Ahí comenzó a forjarse una alianza no escrita entre ambos, a la que luego se sumarían otros barones locales de ambos partidos, que fue conocida durante casi dos décadas como Partido Transversal o PPOE. Una especie de logia política que, más allá de las siglas, tejió una tela de araña en la que primaba el entendimiento en el reparto de cargos políticos o empleos –un claro ejemplo fueron las mancomunidades– y la complicidad a la hora de relacionarse con los poderes económicos, siempre con el beneficio propio o de los afines como prioridad, todo ello adornado de cierta parafernalia populista.
Un nexo común entre Antonio Canedo, fallecido en 2012, y Raúl Valcarce fue el empresario José Luis Ulibarri, procesado en dos piezas del caso Gürtel e investigado en las tramas Púnica y Enredadera, cuyos medios de comunicación siempre protegieron a ambos y a sus acólitos. Socios en la empresa Bodega del Abad S.L., Valcarce y Ulibarri aparecen hablando de unas entregas de dinero en las escuchas de la operación Enredadera.
Ulibarri como nexo de unión y una exitosa carrera política
La jugosa conversación entre ambos puede leerse en Ulibarri, al líder del PP en el Bierzo: «Te hago el ingreso a la cuenta de siempre». El alcalde de Carracedelo la definió como «una operación mercantil entre dos sociedades, que consiste en la compra de parte de las acciones de Bodegas del Abad formalizada mediante un préstamo de una sociedad del grupo de José Luis Ulibarri».
El nombre de Raúl Valcarce ya había aparecido unido al del propietario del Diario de León en el caso de La Coronela, aquella estrafalaria mujer que consiguió traer al Bierzo de forma irregular a cerca de medio millar de ciudadanos dominicanos en el año 2006. Un juzgado de Ponferrada llegó a investigar la presunta implicación de Bodega del Abad en la trama de contratación ilegal de inmigrantes. La compañía y sus representantes consiguieron salir airosos.
Tampoco tuvo consecuencias judiciales para Valcarce su imputación a raíz de la denuncia de una asociación vecinal por supuestas irregularidades en la concesión de licencias para una urbanización de Villadepalos. Hace ahora un año, la fiscalía de León denunció a nueve diputados provinciales –entre ellos el alcalde de Carracedelo– por los presuntos delitos de prevaricación y malversación en relación con un contrato de ayuda a domicilio.
Ese contrato se adjudicó en los tiempos de Isabel Carrasco como todopoderosa presidenta de la Diputación, de la que Valcarce fue vicepresidente. Y es que el irresistible ascenso de este próspero hombre de negocios y avezado político que acumula casi tres décadas en el sillón encadenando mayorías absolutas –amagó con dejarlo en 2011, pero le duró poco el arrebato– no se entendería sin la protección de eso que llaman las alturas frente a las numerosas reticencias que siempre ha levantado en el seno de su propio partido.
Raúl Valcarce, el hombre que hace poco se presentaba en una manifestación de agricultores al volante de un tractor del Ayuntamiento, es un experimentado fontanero político que posee una especial habilidad para ganarse simpatías entre los que cortan el bacalao. Y si antes disfrutaba del favor de Isabel Carrasco, ahora tiene el de Juan Carlos Suárez-Quiñones, el hombre de la Junta en León, el consejero autodenominado La Administración que le ha otorgado a la empresa familiar dos contratos de suministro de material sanitario por un montante de casi 75.000 euros.