A la victoria (V)
Un poeta precisas
que sea semejante
a la cera, algo blando
en tus manos y fuerte
en tus fines, virtudes
ambas muy envidiables,
por cierto, y que la buena
de mi casera quiere
también para su mulo,
pero que no poseo.
Y pagues lo que pagues
(desengáñate ahora)
la musa paga más.
¿Qué regalos, favores
o elogios valdrán nunca
lo que la musa vale
cuando viene de veras?
— Juan Carlos Suñén
Magaz de Abajo