Envalentonado por las dificultades de la izquierda para ponerse de acuerdo antes de la sesión de investidura del día 15, Canedo sugiere abrir un diálogo y pasar página del «frentismo» y la «judicialización».
El Partido Popular de Cacabelos ha propuesto públicamente este martes la formación un gobierno de concentración con todas las fuerzas políticas representadas en la corporación, atendiendo a su propia interpretación de los resultados electorales.
Eso sí, los populares colocan sobre la mesa dos «premisas irrenunciables» antes de emporender cualquier negociación. La primera, «devolver la legalidad al Ayuntamiento, tanto a nivel administrativo como en los expedientes municipales en proceso, así como en el obligatorio cumplimiento de las sentencias judiciales». La segunda, elaborar un plan de ajuste que permita llegar a la deuda cero al final de los cuatro años de mandato.
El PP no dice expresamente en su comunicado que la alcaldía deba recaer en su cabeza de lista, Adolfo Canedo, pero apunta que en ese gobierno de concentración deberían estar representadas las cuatro fuerzas políticas «en función de la proporcionalidad obtenida en los comicios». Ofrece «diálogo incondicionado» e insta a «dejar a un lado personalismos, revanchismos, cordones sanitarios, frentismos, prejuicios, líneas rojas y rencillas».
«Dejémonos de extraer interpretaciones interesadas de los resultados electorales y escuchemos a la mayoría silenciosa que fundamentalmente nos exige la concordia definitiva y la altura de miras para dejar atrás el frentismo, la judicialización o los sectarismos clientelares», reflexiona Canedo.