[PÍLDORAS CONFINADAS] Dice el CIS que nos gustan las multas
Lo más relevante del pleno extraordinario y semipresencial celebrado por el Ayuntamiento de Ponferrada a la misma hora que se desarrollaba el debate de la (¿última?) prórroga del estado de alarma en el Congreso fue el minuto de silencio por las víctimas del coronavirus. Todo lo demás no era sino repetición de los mismo clichés. La otra noticia del día ha sido que 45 puestos estrenan el mercadillo de la nueva realidad en Ponferrada. Por lo demás, lo cierto es que seguimos con los mismos temas de hace un mes y medio.
Sabemos ya a esta hora que Sánchez obtiene los apoyos para la quinta prórroga entre advertencias de sus aliados por el pacto con Ciudadanos, que efectivamente mintió cuando dijo que la anterior era la última que aprobaba. Una consecuencia es que Marcos de Quinto abandona Ciudadanos por discrepancias con la nueva estrategia. Tampoco es que sea una gran pérdida. Claro que la atención está puesta hoy en otra cosa: Así regula el BOE cómo, cuándo y dónde tienes que usar la mascarilla. La clave está en la frase «siempre que no sea posible mantener una distancia de seguridad interpersonal de al menos dos metros».
Cs mintió cuando dijo que la anterior era la última prórroga que aprobaba
Al Gobierno le vienen ahora protestas por la izquierda: Rodea el Congreso, contra Marlaska, y no es de extrañar sabiendo que El estado de alarma supera el millón de multas y la ley mordaza bate récords. Más madera (que es como se le llamaba antaño a la policía): El Colegio y la Asociación Vasca de Periodistas han denunciado las amenazas que recibieron periodistas de Argia y Halabedi. También ha vuelto a ponerse de moda un tipo de protesta tan condenable cuando lo hacen unos como cuando son los otros. Nos referimos a los Escraches en Galapagar: de aquellos polvos estos lodos.
El caso es que, pese al chaparrón de críticas por su errática gestión de la emergencia sanitaria, El PSOE frena su caída por la gestión del coronavirus mientras bajan PP y Vox, según el CIS. Bastante lógico también si tenemos en cuenta El engaño del CIS y la decepción de un país narcotizado. Mientras tanto, escuchamos cada día al Gobierno y a la oposición acusarse mutuamente de que les interesa más el poder (conservarlo o alcanzarlo) que la salud de los españoles. ¿Y saben lo peor de todo? Que probablemente ambos tienen razón.