[PÍLDORAS CONFINADAS] Viaje sin dinero y no pacte con meapilas
En El escenario poscoronavirus, algunos restaurantes de Ponferrada ya han empezado a mirar la fiebre a sus clientes, siguiendo el (mal) ejemplo del Ayuntamiento.
Quizá lo próximo será que te tomen la tensión y si la tienes alta te retiren la sal y te prohíban comer según qué platos. Con la disculpa de los motivos sanitarios, que ahora se utilizan para todo, El PSOE pide en el Congreso la eliminación gradual del pago en efectivo. El ideal de la banca y las grandes corporaciones financieras, como nos advierten en Lo que hay detrás de prohibir el pago con monedas y billetes, pero El BCE se opone a la propuesta del PSOE de eliminar el dinero en efectivo: perjudica a los más desfavorecidos. O a los más vulnerables, que ahora con esto de la extrema corrección política ya no hay pobres…
El alcalde de Ponferrada hace balance propagandístico este lunes (madrugón, toma de temperatura y bozal incluidos) de su primer año de mandato, después de conceder varias entrevistas promocionales. En una de ellas, dice Olegario Ramón: «En la situación actual y con la contundencia con la que se ha actuado parece lógico que el pacto continúe». Viene a cuento de que El PCE de El Bierzo exige coherencia y contundencia al equipo de gobierno de Ponferrada apartando a Coalición por El Bierzo. Y aquí nos preguntamos, ¿Y si Pedro Muñoz fuera Stalin?
En los restaurantes nos tratan como pacientes y en los hospitales como clientes
Ha sido noticia, ya ven, que Santiago Abascal come en Villalpando de camino a Galicia para hacer campaña. No hay motivo para la polémica ni el escándalo: ese es su trabajo y se puede viajar por razones de trabajo. Quizá para evitar la molesta presencia del líder de Vox, Feijóo propondrá a Sánchez prohibir la movilidad de territorios como Madrid y Barcelona. ¡Acaba de inventar el estado de alarma! O igual es que solo está utilizando en campaña esa manía de muchos gallegos a los turistas madrileños, a los que suelen referirse con toda suerte de motes despectivos. Solo nos faltaba la xenofobia sanitaria.
Si quieren un escándalo, ahí tienen lo ocurrido en el partido entre el Mallorca y el Barça: Un aficionado entró en el césped a pesar de que el encuentro se jugaba a puerta cerrada. La Deportiva viajó a Oviedo por motivos de trabajo (como Abascal a Galicia) y el resultado fue que La liga vuelve al Tartiere sin aficionados, sin fútbol y sin goles. Las mejores ocasiones, esa es la verdad, las tuvo el equipo entrenado por Jon Pérez Bolo. Las cuentas de la Ponferradina: nueve puntos en diez partidos empiezan esta tarde contra el Elche en un Toralín vacío.
Ojo, Ahora es ‘Lo que el viento se llevó’; después, le censurarán a usted. Por si no hubiera bastantes meapilas de derechas, ahora también los tenemos de izquierdas.