[PÍLDORAS de VERANO] Gata sin oposición hierve mesas superfluas
Después de La suspensión de las fiestas, otro duro golpe, hemos esperado más de tres días a ver si la oposición tenía algo que decir.
Ha sido en vano. Ni la hiperactiva, ni la silenciosa, ni la mediopensionista, ni siquiera la cansina, que este año sí tendrá razón cuando repita eso de “han sido las peores fiestas de la Encina de la historia”. Mutismo absoluto. Otros meapilas y maricomplejines cómplices de la histeria covidiana. Mientras, un crecido Olegario Ramón ejerce en las redes sociales de agente turístico del Bierzo en los ratos que le deja libres transcribir las profundas reflexiones sanitarias de la gata Sira. Cuando se empieza con estas frikadas se corre el riesgo de acabar como Calígula.
Al bonito mensaje promocional del alcalde le faltaba algo así como “les ofrecemos nuestro maravilloso programa de fiestas”. O sea, unas cuantas páginas en blanco al modo de aquellas “aportaciones de la censura a la cultura española” de La Codorniz. La parte buena es que nos ahorraremos las milongas que nos cuentan las autoridades cada 8 de septiembre antes de la procesión. Y si seguimos suspendiendo actividades igual sobran concejales cobrando dedicaciones exclusivas superfluas. Tanto como esa mesa por el futuro a la que Ramón exhorta: ‘Déjense de consultorías y pónganse a trabajar’. Tiene razón, pero no debería pararse ahí: es la propia mesa la que sobra.
Cuando se empieza con estas frikadas se corre el riesgo de acabar como Calígula
El lenguaje es el poder y el poder continúa Fabricando miedo con sentencias del tipo «Barra libre, cementerio abierto» para experimentar con nosotros como con la rana hervida. Así, El Gobierno reformará la ‘nueva normalidad’ para autorizar confinamientos sin estado de alarma, a pesar de que Noruega demuestra la inutilidad del confinamiento generalizado. Quien tenga miedo que se quede en casa, pero que no imponga su miedo al resto. En Preguntas para apologistas de encierro se vuelve a incidir en un hecho incontestable: el aumento de la mortalidad se produjo precisamente después de los confinamientos.
En ‘El descuento más cruel posible’, la Ponferradina se dejó tres puntos en Riazor el sábado. Cuestión de punto de vista, en A Coruña dicen que El Dépor se salva en la campana. Y según Bolo: “Ha sido un palo muy duro”. Pero no todo van a ser lamentos. Ahí tienen a Edward Bolaños, «muy feliz y agradecido con Dios de poder seguir defendiendo estos lindos colores». En las fotos de la firma del contrato no se ve al tal Dios por ninguna parte, pero lo mismo resulta que es su agente. A otros les da por creer que los gatos piensan.
En cualquier caso, como bien dice Manuel Vicent: «Sin público, el fútbol es taxidermia».