[LA OVEJA NEGRA] Voceros de la necedad
GERMÁN VALCÁRCEL | Sostenía el semiólogo y escritor italiano Umberto Eco que “el drama de Internet es que ha promovido al tonto del pueblo al nivel de portador de la verdad”, “las redes sociales le dan derecho de palabra a legiones de imbéciles que antes hablaban sólo en el bar después de un vaso de vino, sin dañar a la colectividad”. Por mucho que, a veces, nos puedan herir ciertos comentarios, Twitter o Facebook son un reflejo –quizá el mejor que ha habido nunca– de la sociedad actual y nos ayudan a entender hacia dónde caminamos.
Las reacciones suscitadas entre los dirigentes y las hordas podemitas en las redes sociales por el artículo de opinión que servidor publicó en esta misma sección la pasada semana, nos mostraron dos gravísimos problemas: la falta de cultura política –nada extraño en un país donde forofos acríticos y alienados políticos son legión–, y la falta de compresión lectora que demostraron muchos de ellos, dando como resultado la constante utilización de falacias argumentativas como método de debate.
Las gentes de Podemos son conocidas en las redes sociales por su activismo, por su sectarismo y por el seguidismo acrítico que de los simplistas argumentaríos de sus líderes hacen. Lo ocurrido el pasado fin de semana mostró que, al margen de todas esas lacras, son unos perfectos ignorantes que parecen no entender que en esta sociedad hay idiotas y buena gente. Incluso hay oportunistas con ética, fascistas de izquierda y zurdos fachas. De todo hay en esta vida, y esa variedad es una de las cosas que hacen entretenido, y a veces tronchante, este viaje hacia la nada de nuestra superdesarrollada, supuestamente democrática y opulenta sociedad.
No hace tanto servidor recibió la felicitación, a través del director de este medio, de la concejala electa, doña Lorena González, por el conocimiento que, decía, tenia de lo que había ocurrido en su organización, con ciertos personajes que ahora encabezaban otras candidaturas; ahora parece que el escandalizado aviso de lo que podía suponer en el devenir de esta hundida ciudad pactar con quienes, para ellas, eran los socios preferentes para conformar el tripartito, suponía que “el tal Germán Valcárcel” estaba porque fuera el PP quien accediera a la Alcaldía de Ponferrada. Como hace tiempo soy conocedor de que la necedad y la mediocridad son unas de las señas de identidad de nuestra clase política, ya nada me sorprende. Pero se lo vuelvo a repetir, para ver si hay alguna posibilidad de que lo entiendan, para servidor, su intento de legitimar a personajes con la trayectoria política de Samuel Folgueral y Tarsicio Carballo, es seguir impidiendo que esta castigada ciudad salga del pudridero que tiene como principales víctimas a los ponferradinos.
Doña Lorena y su compañera van a tener tiempo de aprender y conocer quien es Samuel Folgueral, les va a tocar lidiar con las múltiples sentencias y estropicios que los dos años de desgobierno del susodicho personaje han supuesto política y económicamente para Ponferrada. Respecto al señor Carballo, algún viejo socialista le podrá contar cómo su traición a Celso López Gavela supuso poner la alfombra roja a todo lo que ha sido Ponferrada, políticamente hablando, los últimos veinticinco años. También podría mantener una charla con su compañero de tripartito Iván Alonso o en su defecto dedicarse a buscar en los archivos de Pongesur, donde hay pruebas fehacientes y suficientes de por qué fue expulsado del Partido del Bierzo ese anciano que les parece tan digno de confianza.
El intento de legitimar a personajes con la trayectoria de Folgueral y Carballo es seguir impidiendo que esta ciudad salga del pudridero
Sinceramente, quienes no ofrecen ninguna confianza son ellas: de su falta de lealtad a quienes van a ser sus compañeros de gobierno ya hemos tenido algunas pruebas a lo largo de esta semana escasa y además han demostrado que no tienen ningún pudor en manipular. En política este tipo de personajes no merecen una segunda oportunidad, la experiencia nos dice que es un error dársela.
Ya se ha dicho en este medio: Ojo señor Ramón, tal vez ha puesto, sin pretenderlo, los huevos de la serpiente en la cesta. A las concejales podemitas, esas que venían a asaltar los cielos, lo único que realmente parece preocuparles es una dedicación exclusiva y empiezan a dar pistas para pensar que su forma de actuar va a ser muy similar a como se comportaron, en el anterior gobierno municipal, las antiguas concejalas del Cs, las cuales a lo largo del pasado mandato dieron todo un curso de felonías. A día de hoy, no tengo ningún problema en decirlo, a pesar de las enorme distancia ideológicas que nos separa y algunas dudas que mantengo sobre como puedan reaccionar ante ciertos temas, para servidor son bastante más fiables CpB y sus concejales que las dos representantes podemitas.
Pero para Podemos visibilizarse como fuerza decisiva y con capacidad de gobierno, a pesar de su marasmo, no es una elección, sino su único balón de oxígeno –ese puede ser el seguro de vida del tripartito–, también para sus dirigentes, fracasados sin paliativos en las municipales, donde han perdido más de la mitad de los votos conseguidos en las elecciones generales celebradas veintiocho días antes. La ineptitud y sectarismo de los podemitas no les permite preguntarse si algunos de esos votos que perdieron no se fueron, en las municipales, a parar a CpB.
En estos tiempos de posverdad e imbecilidad, los representantes políticos y sus hooligans, de derecha a izquierda, no parecen entender que cuando se escribe bajo una determinada posición ideológica y corresponsabilidad social no se necesita aprobación e instrucciones de la autoridad.