[PÍLDORAS de VERANO] Libres, eufóricos y desobedientes como aves
Deberíamos recordar más a menudo la dignidad del jornalero andaluz que le espetó al capataz del latifundista aquello de En mi hambre mando yo, arrojando al suelo las monedas con las que pretendía comprar su voto.
En cambio, ahora son mayoría los que aceptan sin rechistar sacrificar su libertad por su supuesta seguridad. No merecen ni la libertad ni la seguridad. Pero qué se puede esperar de un país que toleró una dictadura durante 40 años. Probablemente el carácter sumiso y acomodaticio lo lleva en el ADN. Igual es por eso que El 73% de los españoles pide mano dura para quien no lleve mascarilla en lugares públicos, según el CIS, y así La mascarilla se hace obligatoria en más de la mitad de España.
Ya que empezamos hablando de votos, sigamos. Parece que Marco Morala se levantó ayer eufórico por la victoria del PP en Galicia. Su análisis de lo sucedido en la comunidad vecina nos parece correcto, pero si pretende aplicarse el ejemplo se le olvida un importante detalle: los electores premian todo eso que él dice, pero cuando se está en el poder. Y quien lo tiene en Ponferrada es Olegario Churchill. Para desbancarlo va a necesitar algo más que «anteponer los intereses de los ciudadanos a cualquier otra consideración». Modere su optimismo. El que sigue en la inopia es este: Igea reclama un espacio político que reúna «del centro hasta la izquierda» ante la «desaparición» del PSOE.
A Morala se le olvida un importante detalle en su análisis de las elecciones gallegas
Pero volvamos al viejo debate entre la libertad y la seguridad. Después de que La juez tumba el confinamiento domiciliario anunciado por el Govern para Lleida y siete municipios del Segrià, resulta que el psicópata Torra desobedece a la juez y mantiene el confinamiento de Lleida. Esperemos que su señoría actúe en consecuencia y empure a este sujeto acostumbrado a desobedecer a la justicia. Cuando un ciudadano de a pie no acata una resolución judicial ya sabemos lo que pasa. Tercia en el asunto el prófugo Puigdemont: «Tengo más confianza en los expertos que en los juristas». ¿Le habrán aconsejado los expertos sustraerse a la acción de la justicia?
Los atropellos a los derechos de los ciudadanos en un país acostumbrado a que los funcionarios campen a sus anchas se multiplican hasta el absurdo con la nueva (a)normalidad. Por ejemplo, Es más fácil pedir licencia de caza que el paro ‘online’: el covid deja KO a la Administración. Y luego está La cita previa ante la Administración: un virus jurídico que se extiende. Si se pasan por la puerta del Ayuntamiento de Ponferrada estos días verán gente soportando largas colas al sol mientras unos funcionarios trabajan y otros se rascan la barriga como toda la vida.
Nos gustaría, finalmente, atender la petición Pon un bebedero y ayuda a las aves en verano. Pero no va a poder ser porque igual nos multa el Ayuntamiento por alimentar a las palomas.