Asprona evalúa la accesibilidad cognitiva de la Ruta Jacobea entre Molinaseca y Ponferrada
Beatriz, Mercedes, Rosa, Josefina, Verónica y Dolores son seis mujeres con discapacidad intelectual que este jueves se han enfrentado al reto de recorrer el Camino de Santiago entre Molinaseca y Compostilla para evaluar la accesibilidad cognitiva de esta ruta. Su misión, valorar si su señalización y sus servicios de información y albergues son fáciles de entender para todas las personas.
Ellas forman el grupo evaluador de Asprona Bierzo que, junto a otras cuatro entidades, participa en este proyecto de Evaluación de la Accesibilidad Cognitiva del Camino de Santiago que impulsa Plena Inclusión Castilla y León. Es una de las iniciativas que recoge su programa de Accesibilidad Cognitiva para este año y que se ha visto afectado por los efectos de la COVID-19.
En ese recorrido, de unos diez kilómetros, las evaluadoras se han fijado especialmente en la señalización. En este sentido, consideran que algunas señales son difíciles de entender y aconsejan que la concha del peregrino que se utiliza para indicar el Camino vaya siempre acompañada de una flecha o unificar las señales. “En el cruce de la urbanización Patricia hay tres señales y flechas en el suelo que son muy confusas y nos ha costado decidir por donde seguir”, explica Verónica.
Ese es también el punto en el que ha encontrado mayor dificultad Josefina. Todas han llamado la atención sobre el cartel que acompaña a las señales en el tramo de Molinaseca que indica “Precaución: tramo común con la LE-142”. “No lo entendemos”, reconocen, por lo que sería más adecuado un lenguaje más sencillo que deje claro que la LE-142 es una carretera.
Ese tipo de carteles suponen una dificultad mayor para Dolores, que carece de lectoescritura. “Un pictograma lo haría más fácil de entender para mi. En general, las flechas y el uso del mismo color es lo que me ayuda más a seguir el Camino”, reconoce esta usuaria de Asprona Bierzo.
También han prestado atención a la información de apoyo y a los albergues que se encuentran en la etapa, aunque no han podido acceder a ninguno de ellos. “A mi me ha gustado mucho la sensación de estar otra vez con los compañeros y revisar que la ruta esté bien señalada”, cuenta Verónica, que aprecia que el tramo urbano de Ponferrada ha sido más fácil de realizar con señalización frecuente.
Turismo accesible
Generalmente, cuando se habla de accesibilidad se piensa en la accesibilidad física, olvidando la barrera invisible que implica que los entornos, edificios, servicios o dispositivos no sean fáciles de entender y accesibles desde el punto de vista cognitivo. Por eso es importante avanzar en este tipo de accesibilidad, también en el ámbito del turismo. “No es solo para personas con discapacidad, también es útil para niños, extranjeros o personas mayores”, recuerda Bea.
De esta manera, se favorece la independencia de las personas con discapacidad intelectual, al tiempo que se mejora la orientación y comprensión de los espacios y se garantiza el derecho a la información de todas las personas. Y es que la accesibilidad cognitiva es positiva para todos, incluso para quienes no tengan dificultades de comprensión por una discapacidad o el deterioro cognitivo de la edad.
Desde Plena Inclusión han propuesto este año distintas acciones para contribuir a que los entornos turísticos y culturales de la región sean más sencillos y accesibles a través de formación, evaluación de espacios y adaptación de documentos a lectura fácil. Ahí se enmarca la evaluación de la accesibilidad cognitiva del Camino de Santiago y también de las casas del parque de Castilla y León, otro proyecto en que también participa Asprona Bierzo con la próxima evaluación de la Casa del Parque de las Médulas.