La añada 2019 de los vinos del Bierzo obtiene la calificación de «excelente»
La Junta anuncia la mejora las condiciones de acceso a la ayuda para la instalación de sistemas antiheladas y antigranizo en el Bierzo.
El consejero de Agricultura, Ganadería y Desarrollo Rural de la Junta de Castilla y León, Jesús Julio Carnero, ha visitado este viernes la sede del Consejo Regulador de la D.O. Bierzo, donde ha recordado el «apoyo especial» que la Junta de Castilla y León está brindando al sector vitivinícola en las últimas semanas, en referencia a las ayudas propias que han venido a complementar las recibidas por el Gobierno central.
Al principio del acto, el consejero ha procedido a la lectura del resultado de la cata de calificación de la añada 2019 en la D.O Bierzo, «vinos que son sinónimo de calidad, tradición, innovación, dinamismo y profesionalidad» y que, como ha destacado Carnero, “suponen una seña de identidad de la tierra y de la cultura berciana”.
Los ocho expertos, entre técnicos, enólogos y sumilleres, reunidos por el Consejo Regulador de la Denominación, han catado a ciegas tres blancos elaborados con la variedad godello; dos rosados, tres tintos jóvenes y dos tintos con barrica. Su veredicto con la calificación de “excelente” deberá ser ratificado posteriormente por el pleno del Consejo Regulador.
Carnero ha hecho una especial mención a las variedades autóctonas Estaladiña y Merezao, que se presentaron en 2018 fruto del trabajo de investigación de variedades minoritarias de la vid en la Comunidad, realizado por el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León. La incorporación de estas nuevas variedades, señaló, «aporta exclusividad y diferenciación a los vinos bercianos».
Sistemas antiheladas y antigranizo
El consejero también ha puesto de relevancia la mejora de las condiciones de acceso a la ayuda para la instalación de los sistemas antiheladas y antigranizo. Así, se ha creado un módulo específico de mejora de rentabilidad para estos sistemas, valorando que su incorporación conlleve una mejora de rendimiento de 850 euros por hectárea.
De este modo, se pretende amortiguar el impacto de la inversión en estos sistemas en el estudio económico que se realiza para valorar la amortización de la inversión. Hay que tener en cuenta que las inversiones para poder ser auxiliadas deben suponer una mejora de la explotación y no deben repercutir negativamente ni en su rendimiento económico, ni el margen bruto de la misma.
Con este módulo, ha afirmado Carnero, “hemos pretendido reflejar la mejora económica que supone la instalación de estos sistemas en la explotación agraria, flexibilizando de este modo la realización del plan de mejora. Esto va a evitar, con carácter general, que se vean obligados a incrementar la superficie de cultivo para conseguir un incremento de la rentabilidad de las parcelas”.