[CARTAS] ‘Estrofado’ berciano
Mientras la hoya berciana languidece,
hay una industria que nunca palidece,
obsoleta, improductiva y de moral raquítica,
es la industria de la representación política.
No hay nada más obsceno y temerario,
salvo para estos seres de terrario,
expertos en el arte de la felonía,
que reírse en la cara de la ciudadanía.
Mientras crece la cola del banco de alimentos,
su afán no es otro que subirse sus emolumentos,
y aunque ya vivimos con una permanente congoja,
a ellos, y disculpen la expresión, se la trae floja.
Esta industria de conducta miserable,
necesita cómplices que la hagan viable,
pues la complicidad es la mejor carnada,
para mantener a la población sumisa y callada.
Igual de día que de noche,
en esta industria se vive a troche y moche,
Igual de noche que de día,
de esta industria ya nadie se fía.
De Foncebadón al Cebreiro, de Cabrera a Fornela,
por sus intereses y privilegios siempre vela,
esta industria de pecuniario apego,
ya sea en berciano, cabreirés o galego.
Con las de la representación sindical y empresarial,
comparte esta industria lecho conyugal,
qué mejor que devenir en oligopolio,
para seguir con la extracción y el expolio.
Entre tanta ignominia manifiesta,
y una putrefacción moral que apesta,
sin duda que reconforta y también alegra,
el todavía ver por aquí alguna oveja negra.
Tierras estas de anchas tragaderas,
de sonoros silencios y ceñidas anteojeras,
tu despertador a punto está de sonar,
¿vas a seguir durmiendo… o te vas a levantar?
El bandido Fendetestas