[PALESTRA] Bendita cola
PEDRO BLANCO | Ya ven, una eliminatoria más al coleto y otra cola de aficionados que estarán en las oficinas del Toralín esta semana o la que viene, depende del resultado que se de esta tarde. Seguro que se dan por buenas esas dos horitas de espera.
Cuando el sábado ya teníamos la certeza de dos equipos clasificados, Hércules y Deportiva, el que más y el que menos temía que así quedara el emparejamiento final, puesto que el At. Baleares en caso de clasificarse, como así ocurrió, no podía enfrentarse a los mallorquines por jugar en el mismo grupo. Otra posibilidad es que el Huelva saliera airoso ante el Mirandés, pero en los últimos segundos ganaron la partida estos y al ser terceros de grupo se establecía ese duelo entre alicantinos y bercianos que posiblemente nadie quería, pero a estas alturas cualquiera sabe quien es el más vulnerable. Por una parte ir a Mallorca, a jugar en un terreno que no le gusta a los chicos de Bolo no hacía gracia a nadie aparte del viajecito. Y a Miranda de Ebro tampoco es terreno fácil, por entender que es un equipo muy parecido al nuestro, de mucho trabajo y con experiencia en ascensos.
Total que a lo hecho pecho y a buscarse la vida en otro viaje de muchos kilómetros, que si hay suerte y se juega primero allí, se puede planificar mucho mejor que los anteriores, siendo muchos los aficionados que pueden querer repetir experiencias pasadas en tierras alicantinas. A favor de los nuestros está que se juega en un excelente terreno de juego, y en contra que el conjunto alicantino es santo y seña del fútbol en aquella tierra, donde ha jugado muchas veces en la división de honor y como mal menor quiere estar en la de plata.
Esta si es ya una final, donde el ganador tiene premio. Después de los dos partidos para el que pierda ya no hay nada por lo que si jugarla ya es un premio mayor y en el caso de la Deportiva no tengo reparos en decir que ha llegado hasta el último peldaño por méritos propios, con un rendimiento muy superior al que estuvo dando en la competición liguera, ahora hay que ganarla porque del perdedor no se acuerda nadie.
Quiero decir con esto que tanto Bolo como sus jugadores han cumplido con creces lo que se les pedía al inicio de la Liga, allá por agosto. Después de dos temporadas desilusionantes donde el Toralín se había quedado mudo y casi desierto, ver el llenazo ante el Cartagena nos hizo sentir nostalgia de otros tiempos. Y es que este equipo ha entendido que para llegar a la meta hay que sufrir cada jornada. Se ha comentado que ante los murcianos no se hizo un partido brillante, aunque si lo fue el resultado. Es cierto. Pero la Deportiva, sus jugadores y entrenador sabían que llevaban ventaja en el marcador, cosechada en Cartagonova con un buen partido, donde fueron mejores y aquí se trataba de no dar ventajas. Nadar y guardar la ropa se decía antes cuando se jugaba buscando un resultado favorable y el rival achuchaba.
Y era lógico que el equipo de Munúa, que por una vez no echó la culpa al arbitro de su derrota, viniera a por todo, ya que estaba por debajo en el marcador. Si acaso podemos achacar que el Cartagena tuvo mala suerte con sus sancionados y lesionados, que se unieron luego en este partido de vuelta. Pero una vez más tuvo expulsados por ese juego al límite del reglamento que han practicado cuando menos en las eliminatorias. También es justo reconocer que han sabido perder y eso a veces es difícil sobretodo para un equipo que estaba hecho para el ascenso y que por aquellas tierras significaban que era la mejor plantilla que habían reunido desde hace muchos años.
Estas dos eliminatorias pasadas con cierta solvencia, que no quiere decir sin esfuerzo, nos animan bastante para ese sprint final porque la Deportiva sabe que no será coser y cantar los noventa minutos del Rico Pérez, pero es que los alicantinos también deben saber ya que los restantes minutos del Toralín pueden ser muy «longos». Ojalá sigamos con esa pizca de suerte en el sorteo de esta tarde.