[REVISTA] León sin vida confinado con Ulibarri dimite en Cacabelos
“Este año va a morir gente que no había muerto nunca”, se podía leer el otro día en el Faro de Vigo parafraseando al célebre filósofo de Güémez.
Bueno, pues por aquí empieza a dimitir gente que no había dimitido nunca. Por ejemplo, Roberto Mendo dimite como concejal del PP y le sustituirá Neftalí Fernández. Cierto que Este Ayuntamiento pinta muy bien, pero IU urge al tripartito una solución a las deficiencias en la limpieza y recogida de basura y Tarsicio está a una semana de escribir su mambo número 100 sin que se rebaje el famoso bordillo de Cuatrovientos. Eso sí, los mandatos de la dictadura sanitaria (en la que no incluimos a profesionales como el doctor Luis de Benito) los siguen avant la lettre. Ahora hasta te dicen qué bozal debes usar.
Otro que podría dimitir es el alcalde de la villa del Cúa, que se enfrenta mañana a una sesión de desvestidura. O sea, que Cacabelos celebra este jueves el pleno que debatirá la anulación de los sueldos del equipo de Gobierno y lo que sabemos por ahora es que El alcalde de Cacabelos afronta el pleno sobre los sueldos sin ningún acuerdo cerrado. Por su parte, El PSOE de Cacabelos reta a la oposición a presentar una moción de censura «totalmente legal» (dicen que la de ahora es «encubierta») y a estas alturas no podemos descartar ningún desenlace, incluso el más sorprendente. Continuará.
El alcalde de Cacabelos se enfrenta mañana a una sesión de ‘desvestidura’
Noticias de nuestro múltiple imputado favorito: La Fiscalía presenta el escrito de acusación por la ‘Gürtel’ y pide 14 años para Ulibarri y, con esto, Ulibarri se enfrenta a peticiones de cárcel que suman más de 21 años. Como quiera que todavían faltan los escritos de acusación en los procedimientos abiertos por las operaciones Púnica y Enredadera, el panorama judicial que se le presenta al copropietario del TUP no es precisamente halagüeño. Por cierto ayer nos enteramos de esto: Castilla y León, a la cabeza en número de procesados por corrupción en el segundo trimestre del año. Pues nada, a mantener tan privilegiada posición.
La hostelería teme que la mitad de los locales cierren en León por las nuevas medidas de confinamiento de la capital. Quizá pronto veamos carteles como el del restaurante madrileño Achuri: “Cerramos por agotamiento a causa de la relación amorosa entre el COVID-19, los políticos y su desFACHAtez. Nos vamos al valle del ERTE. Hasta pronto (o no)”. Claro que peor están en Ourense, donde han prohibido hasta la Santa Compaña. “En el municipio de Ourense están prohibidas las reuniones de personas sin vida en cualquier espacio (interior o exterior)”, decía la nota de la Xunta que se ha hecho viral.
Con tanta preocupación como hay ahora por el mundo rural, Truchas lleva días sin internet, telefonía fija y móvil ni señal de televisión. Qué suerte la suya.