Endesa adjudica el desmantelamiento de Compostilla, que arrancará en noviembre
La operación movilizará a una media anual de 130 personas de mano de obra directa que se ocuparán de las tareas durante cuatro años.
Endesa ha adjudicado a la empresa Recifemetal el desmantelamiento de la central térmica de Compostilla, una operación que movilizará a una media anual de 130 personas de mano de obra directa que se ocuparán de las tareas durante cuatro años. El 80 por ciento de los trabajadores que participará en las labores procederá de la comarca del Bierzo.
Esta adjudicación es parte del gasto (superior a 62 millones de euros) al que tendrá que hacer frente Endesa para dejar el emplazamiento en condiciones de poder afrontar un uso futuro. El inicio de los trabajos previos al desmantelamiento tendrá lugar a lo largo del mes de noviembre.
El equipo humano que se ocupará de los trabajos de desmantelamiento procederá en su mayoría de antiguas empresas contratistas de la central térmica de Compostilla o de residentes en la comarca del Bierzo, con prioridad de los municipios de Cubillos del Sil, Ponferrada y Cabañas Raras, según informan fuentes de la empresa energética.
Para la capacitación de este personal se están realizando acciones formativas, que tienen por objeto mejorar la confianza, el arraigo con la comunidad local y la empleabilidad de los trabajadores de la zona, una de las medidas de creación de valor compartido contempladas en el plan Futur-e de Endesa.
La formación está centrada en tareas de desmantelamiento de las instalaciones de la central, en concreto en la prevención de riesgos laborales, y contará con la participación de 200 alumnos, repartidos en cuatro convocatorias.
También se impartirán dos cursos dirigidos al montaje y a la operación y mantenimiento de parques eólicos que se extenderán a un total de 60 alumnos y dos cursos para 100 alumnos en otros sectores con potencial, que se definirán tras el resultado del concurso de proyectos que Endesa lanzó a finales de 2019 para la reindustrialización del emplazamiento de la central.
El proyecto de desmantelamiento de la planta térmica de Compostilla está diseñado para compatibilizar los trabajos de demolición con actuaciones de desarrollo de futuros proyectos ahora en periodo de evaluación dentro del concurso organizado en el plan Futur-e para el aprovechamiento de la actual instalación.
La gestión del proyecto de demolición va a ser llevada a cabo por un equipo de alta cualificación, que es lo que requiere un cometido tan complejo como el que se va a realizar en Compostilla. Los trabajos comenzarán en los próximos meses, tras la implantación en la zona de la empresa Recifemetal.
Para realizar la gestión integral de desmantelamiento se aplicará un sistema de demolición selectiva para segregar y caracterizar cada una de las 266.870 toneladas que conforman el volumen de demolición.
Este método, junto con la aplicación de la economía circular en la gestión de residuos, permitirá un aprovechamiento máximo de los residuos, bien para su posterior reutilización como segundo uso, bien como materia prima, a sí minimizar la fracción destinada a vertedero.
También está prevista la reutilización de los residuos de hormigón, para lo que se contará con un equipo de machaqueo con capacidad para tratar 300 toneladas por hora y que estará compuesto por una machacadora de mandíbulas, un separador magnético para la segregación de las armaduras desprendidas y un cribado para la clasificación de los hormigones triturados.
De esta manera se obtendrá una valorización del acero de armaduras y un árido reciclado que se empleará en el relleno de los huecos generados en las obras, así como en la remodelación morfológica del terreno tras las demoliciones.
Las instalaciones ocupan unas 375 hectáreas, superficie en la que se distinguen tres áreas claramente diferenciadas: un área que alberga los grupos de generación eléctrica, otra que acoge los parques de transformación e instalaciones auxiliares, y una última el parque de carbones con el vertedero de residuos no peligrosos.