Bruselas aplaude el plan energético español y su transición justa
El informe de la Comisión Europea sobre el proyecto español del Plan Nacional Integrado de Energía y Clima (PNIEC) destaca que «sienta las bases para una economía neutra en carbono para 2050».
«Si bien cubre todas las dimensiones, el borrador del PNIEC es particularmente completo sobre objetivos y contribuciones, así como políticas y medidas sobre descarbonización (incluidas las energías renovables) y las dimensiones de eficiencia energética. Una economía neutra en carbono necesita ser sustentada por políticas igualmente ambiciosas sobre la seguridad del suministro, las dimensiones del mercado interior y la investigación, innovación y competitividad», reza el informe de Bruselas que se ha conocido este martes sobre el plan presentado por el Gobierno de España.
La Comisión Europea felicita a España por varios aspectos de su documento estratégico. «Un ejemplo de buenas prácticas es la descripción clara de las medidas planificadas para lograr los objetivos y, en particular, la cuantificación de las medidas individuales de eficiencia energética. Otro ejemplo es la Estrategia de Transición Justa proporcionada como parte de la Estrategia de Energía y Clima», señala el informe.
El plan del Gobierno español hace referencia a la Estrategia de Transición Justa, que se centrará en aquellas regiones y personas afectadas por la implementación del plan preliminar y proporcionará un marco de acción para optimizar oportunidades en la transición ecológica para crear «más y mejores trabajos». El plan final debe completar la evaluación de empleo y educación, las habilidades e impactos sociales, incluidos los aspectos de transición, también en relación con el carbón.
En este aspecto concreto, las recomendaciones de la Comisión Europea apuntan a la necesidad de «integrar mejor los aspectos de transición justa y equitativa, en particular al proporcionar más detalles sobre el impacto social, laboral y de habilidades de los objetivos, políticas y medidas planificadas». Más específicamente, considera que el plan «debe abordar los impactos en las regiones intensivas en carbón, e integrar la estrategia nacional para la transición energética». Igualmente, pide a España que enumere todos los subsidios a la energía, incluidos en particular los combustibles fósiles, y las acciones emprendidas, así como los planes para su eliminación.
El informe de Bruselas también apuesta por incluir «una evaluación dedicada de los problemas de pobreza energética, junto con cualquier otro relacionado con los objetivos o políticas específicas que exige el Reglamento (UE) 2018/1999».