El operativo contra los incendios forestales moviliza a más de 4.500 profesionales
El consejero de Fomento y Medio Ambiente, Juan Carlos Suárez-Quiñones, presenta junto a los nueve delegados territoriales el operativo de incendios forestales en la Comunidad.
Este año, 4.544 profesionales forman parte del operativo que alcanzará su máximo despliegue el próximo 1 de julio, fecha de inicio de la Época de Peligro Alto. Entre los medios materiales con los que contará este año la Comunidad destacan recursos como 215 puestos y cámaras de vigilancia, 313 autobombas, 201 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 29 retenes de maquinaria, un dron del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación y 31 medios aéreos con base en la Comunidad.
La Junta cuenta con un operativo permanente, flexible y en el que prima la coordinación con otras administraciones, lo que garantiza el buen funcionamiento de las labores de prevención y extinción de incendios forestales. El Centro Autonómico de Mando es el órgano encargado de mantener la coordinación interna de la propia Junta de Castilla y León, así como de organizar las relaciones con otras administraciones, central, autonómicas y locales.
En cuanto a los medios personales, esta campaña cuenta con un total de 4.544 profesionales para proteger la Comunidad de los incendios forestales; 2.585 son trabajadores públicos de la Junta de Castilla y León (ingenieros, agentes medioambientales y forestales, celadores y personal fijo discontinuo de centros provinciales de mando, torres de vigilancia y autobombas), 519 trabajadores contratados para las cuadrillas helitransportadas, 1.232 profesionales de las cuadrillas dedicadas a tratamientos selvícolas y 208 de la tripulación de medios aéreos y retenes de maquinaria. Su distribución territorial tiene en cuenta las condiciones de cada zona de la Comunidad, atendiendo especialmente a la cubierta vegetal, meteorología, orografía, las zonas de mayor incidencia, el histórico de incendios producidos y las características de la masa forestal.
Se han materializado mejoras en los medios personales para la campaña de este año con la previsión de mejora de los protocolos de organización y funcionamiento del operativo, y la incorporación de nuevos técnicos y operadores a los centros de mando, con un incremento de 175 efectivos.
Entre los medios materiales destacan 215 puestos y cámaras de vigilancia, 313 autobombas y pick-up –94 autobombas propias y 94 autobombas conveniadas y 125 pick-up con depósito–, 201 cuadrillas terrestres y helitransportadas, 26 helicópteros, 5 aviones y 29 retenes de maquinaria. Entre las novedades de este año destaca la ampliación del tiempo de la aeronave de coordinación hasta cuatro meses y medio; todas las Brigadas Helitransportadas (ELIF) estarán a doble turno; habrá una ELIF autonómica operativa la mayor parte del año. Se ha ampliado en 225 meses el tiempo de prestación de las autobombas propias. Hay 2 cuadrillas de tratamientos selvícolas más, ubicadas en León y Zamora hasta alcanzar las 111 cuadrillas que incrementan el periodo de prestación de las mismas. Este año se renovará el convenio de los campos de tiro con el Ministerio de Defensa con medios terrestres en Burgos, León (2) y Valladolid y una máquina en León.
El Centro Autonómico de Mando, ubicado en Valladolid, está permanentemente en coordinación con la Sala de Emergencias del 112 y con los nueve Centros Provinciales de Mando situados en las delegaciones territoriales de las nueve provincias. A su vez, está en constante comunicación con el resto de administraciones centrales, autonómicas y locales.
De esta manera, se garantiza un buen funcionamiento y la cooperación eficaz mediante una organización eficiente de los recursos y medios disponibles. Es preciso destacar las relaciones necesarias para la coordinación de medios Gobierno central, con los medios aéreos del MAPA, la Guardia Civil y el Ministerio de Defensa en relación a la Unidad Militar de Emergencias (UME).
El operativo contra incendios forestales de la Junta de Castilla y León tiene un compromiso de colaboración recíproca con las comunidades autónomas limítrofes y con Portugal, establecida a nivel de convenios bilaterales. A estos acuerdos también se suman los convenios con algunas diputaciones provinciales y con varios ayuntamientos de la Comunidad. En este sentido, es reseñable el proyecto Arien+ (Asistencia recíproca Interregional en emergencias y riesgos transfronterizos) financiado por la Unión Europea y que permite la colaboración con organismos portugueses y gallegos.
A 31 de mayo de este año, el número de incendios ascendió a 846, y el dato de conatos en un 66 % –muy por encima de la media del decenio anterior que es del 55 % lo que supone 11 puntos más–. En ello ha influido el despliegue del operativo y el incremento de meses de prestación de los helicópteros y sus cuadrillas helitransportadas durante estos meses y el fuerte incremento de meses de dotación de autobomba, en especial en León y Zamora. La superficie arbolada ha sido de 657 hectáreas, por debajo de la media del decenio que es de 720; y la superficie forestal ha sido de 4.728, también por debajo con una media de 5.449 hectáreas, en consonancia con el incremento del número de conatos.
El año hidrológico 2018-2019 es un año seco con poca precipitación, las precipitaciones están un 33% por debajo de la media y en zonas de montaña incluso por debajo del 50 % de lo normal y con periodos de temperaturas muy elevadas a principios de enero, gran parte de febrero y mayo. Por lo que entramos en la Época de Peligro Alto con una gran sequedad que provoca elevado riesgo y el verano va a depender del comportamiento de la meteorología durante estos próximos meses, poco propicios a precipitaciones y si a temperaturas elevadas.
Las perspectivas son de un verano con baja humedad en el suelo y en el ambiente donde los incendios crecerán rápidamente. Con respecto a la vegetación, hay poco pasto y ello reducirá los incendios en dehesas sin embargo hay que tener precaución en las cosechas al bajar los peines de las cosechadoras, y en el medio forestal, el fuerte estrés hídrico de la vegetación leñosa la hacen propensa a arder y una vez comienza el fuego se propaga rápidamente ante la falta de humedad.