[UNA COMARCA EN LA MOCHILA] Un viaje por los municipios del Bierzo
JOSÉ L. GUTIÉRREZ | Comenzamos con estas líneas un viaje apasionante e incierto que, en principio, nos llevará a recorrer los 38 municipios del Bierzo (y, probablemente, algún otro limítrofe).
Lo de incierto, en principio y probablemente es porque todos estamos al tanto del difícil contexto actual, y somos conscientes de que en cualquier momento, a día de escribir esto, nos pueden encerrar de nuevo o prohibirnos de raíz la movilidad. Por ello, no nos marcamos ninguna meta, y llegaremos hasta donde las circunstancias lo permitan.
Dice mi abuela que quien conoce su pueblo ha visto el mundo entero, y su proverbio cargado de sabiduría tiene hoy más sentido que nunca. En los últimos tiempos nos hemos ido a la otra punta del planeta, móvil y cámara en mano, para ver ciudades lejanas que no nos aportan nada, y sin embargo nos olvidamos de lo que tenemos más cerca, en este caso de nuestra preciosa comarca circular.
Personalmente, en los últimos años he viajado por más de 50 países, entre ellos algunos tan distantes como la India, Myanmar, Honduras, Guatemala, Costa Rica, Estonia, Rusia, Egipto, Israel, Vietnam o Georgia…, pero cuantos más sitios ves, más valoras tu casa. Y, aunque he andado bastante la tierra que me vio nacer, pienso que ahora es un buen momento para conocer el Bierzo aún mejor, ante la imposibilidad de moverse fuera. Y es que el Bierzo nunca deja de sorprenderte. Aunque creas que lo conoces a la perfección, cada año es posible descubrir recovecos nuevos, rincones desconocidos o senderos perdidos que te llevan a aldeas de las que no habías oído hablar. El Bierzo nunca se acaba. Harían falta varias vidas enteras para caer en la cuenta de que es infinito.
La experiencia me ha enseñado que para conocer de verdad un territorio hay dos acciones ineludibles: caminar por él y comer donde comen los que allí viven. Y esas dos acciones estarán muy presentes en cada uno de nuestros viajes. Si no, el viaje no cuenta. Todo viaje que emprendamos por nuestro Bierzo debe incluir al menos una ruta a pie, la esencia misma de la aventura, la que te permite captar todos los matices y reflexionar desde la paciencia del caminante.
La actitud del viajero no debe ser la del turista. Dicen que el turista cambia los sitios que visita, mientras que el viajero es cambiado por los sitios donde ha estado. Y el Bierzo es uno de esos escogidos lugares que te va cambiando poco a poco, aunque para ello, la mirada y los ojos tienen que ser puros, como los de un niño, vacíos de prejuicios, como si miraran por primera vez. Sólo de esta manera, no dando nada por cierto, sorprendiéndonos por todo, podremos percibir la realidad sin adulterarla por lo socialmente preconcebido.
Por cierto, y si alguien aún no ha caído, el título del proyecto hace un guiño al genial profesor, cantautor, escritor y político José Antonio Labordeta, que entre los años 1995 y 2000 grabó para televisión una serie de 29 capítulos en los que recorría, mochila a la espalda, la España más desconocida. Para mí sigue siendo un referente obligado, y más en los tiempos que corren de mediocridad, crispación y mezquindad.
Esta serie de artículos de viaje no pretende ser una guía turística, ni un manual de historia o de arte… Para eso ya hay publicados muchos y buenos libros. Los textos sólo pretenden describir impresiones del paisaje, de las gentes, de la vida. Para que la persona que los lea dentro de muchos años pueda comprender cómo era la vida en el Bierzo en una época de cambios como la actual.
Lo dicho, emprendemos el viaje, sin saber a ciencia cierta a dónde nos llevará, si podremos acabarlo, si habrá que suspenderlo o interrumpirlo… Si la cosa fuera yendo bien, a razón de un capítulo por semana… pero seguro que habrá semanas sin viaje (el invierno se nos echa encima), e incluso los cierres de restaurantes y casas de comidas podrían dar al traste con la idea. Como ejemplo, mencionar que el primer viaje estaba previsto al municipio de Cacabelos, en plena vendimia; sin embargo, la situación de restricciones vigentes impidió que pudiésemos entrar en las bodegas, cerradas para el visitante. ¿Cómo íbamos a estar en el corazón del vino del Bierzo sin entrar en sus bodegas? Tuvimos que modificar el plan.
Arganza, Balboa, Barjas, Bembibre, Benuza, Berlanga del Bierzo, Borrenes, Cabañas Raras, Cacabelos, Camponaraya, Candín, Carucedo, Carracedelo, Castropodame, Congosto, Corullón, Cubillos del Sil, Fabero, Folgoso de la Ribera, Igüeña, Molinaseca, Noceda del Bierzo, Oencia, Palacios del Sil, Páramo del Sil, Peranzanes, Ponferrada, Priaranza del Bierzo, Puente de Domingo Flórez, Sancedo, Sobrado, Toral de los Vados, Toreno, Torre del Bierzo, Trabadelo, Vega de Espinareda, Vega de Valcarce y Villafranca del Bierzo… Porque los viajes y la escritura son como los ríos de Heráclito: sólo pueden hacerse una vez. Así que, allá vamos…
Instagram: @unacomarcaenlamochila
- Este sábado, primer capítulo: BARJAS