[REVISTA] La pegada de la verdad en un autobús de entreguerras
Bueno, pues resulta que en las elecciones de los USA finalmente Ganó Biden, uno de los suyos. Nada que festejar, aunque a los progres de por aquí ahora se lo parezca.
Empezamos la semana con el anuncio de que la Junta covidiana prorroga dos semanas más el cierre perimetral de la Comunidad (suponemos que hoy volverá a salir Igea a proponer el arresto domiciliario), después de que Medio millar de personas pide cuentas a los políticos por la gestión de la crisis sanitaria. Eso fue ayer mismo en la plaza del Ayuntamiento de Ponferrada. Raro que nadie les haya llamado negacionistas como a los Policías por la Libertad que se manifestaron en Madrid. En cuanto al Gobierno autonómico, haría mejor en preocuparse de cumplir escrupulosamente la legalidad, que luego pasa lo que pasa. Por ejemplo, esto: El TSJCyL rechaza la suspensión de visitas a las residencias de mayores.
Más noticias sobre eso que han dado en llamar el Ministerio de la Verdad. Por una parte, La Comisión europea está ‘estudiando’ la Orden del gobierno contra las ‘fake news’. Por otra, El Colegio de Periodistas de CyL alerta del peligro de los protocolos del Gobierno contra la desinformación. Pero ya tenemos nuevas amenazas en lontananza: Hacienda prepara una norma para que la Inspección entre en los domicilios sin avisar. Después les extrañará que les llamen liberticidas y totalitarios. Estamos entre el nuevo biofascismo y el viejo socialfascismo, término este último acuñado por la Internacional Comunista en el período de entreguerras que parece más pertinente que nunca recuperar.
Criticar está en la naturaleza de la oposición, como picar en la del escorpión