El Museo de la Energía mejora la accesibilidad cognitiva en colaboración con Asprona
Coincidiendo con la celebración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, un grupo de usuarios de Asprona Bierzo evalúan la accesibilidad cognitiva del espacio museístico como primera acción.
Asprona Bierzo y La Fábrica de Luz Museo de la Energía reivindicaron hoy, coincidiendo con el Día Internacional de la Discapacidad, la importancia de la accesibilidad cognitiva como una poderosa herramienta de inclusión e integración social. Por ello, ambas entidades anunciaron su colaboración para poner en marcha una serie de acciones encaminadas a mejorar la accesibilidad cognitiva de las instalaciones del museo, ubicado en la antigua central térmica de la Minero Siderúrgica de Ponferrada (MSP).
De momento, ya han empezado a trabajar juntas con una primera iniciativa que ha consistido en la evaluación de la accesibilidad cognitiva de La Fábrica de Luz y que ha sido realizada por seis personas con discapacidad intelectual. Este grupo de evaluadores de Asprona Bierzo han realizado una visita por libre (con apoyo de guía en papel y audioguía) y otra visita guiada para analizar el recorrido y valorar si su señalización y la información son fáciles de entender para todas las personas.
Así, según adelantó la técnico de Accesibilidad Cognitiva, Vanessa Silván, las siguientes acciones consistirán en la adaptación de la guía del museo a lectura fácil y la realización de una formación sobre accesibilidad cognitiva y turismo para los trabajadores de La Fábrica de Luz. “Como entidad que forma parte de Plena Inclusión, queremos contribuir a que los entornos turísticos y culturales de la comarca sean más sencillos y accesibles a través de la formación, la evaluación de espacios y la adaptación de documentos a lectura fácil”, añadió.
Josefina, Dolores, Verónica, Rosa, Baldomero y Miguel Ángel son los seis usuarios de Asprona Bierzo que han formado parte del grupo de evaluadores. “La visita a estado muy bien, nos ha gustado mucho”, valoró Miguel Ángel, que sí ha encontrado dificultades en el acceso y algunas señalizaciones en el recorrido. Una cuestión en la que ha coincidido con el resto de sus compañeros, que también consideran que algunos paneles contienen demasiada información y la letra es muy pequeña, dificultando su comprensión.
En esta línea, Verónica señaló la conveniencia de acompañar los textos con pictogramas y utilizar braille para facilitar que todo el mundo pueda leerlos y entenderlos. Eso sí, consideran que los vídeos que se proyectan a lo largo de la visita son muy útiles, al igual que el apoyo de la audioguía descargable en el móvil o las flechas pintadas en el suelo para indicar el recorrido. Otro elemento muy valorado por ellos ha sido la posibilidad de realizar una visita acompañados por una de las guías del museo.
Tras la evaluación, Asprona Bierzo realizará un informe para el Museo de la Energía que recogerá las valoraciones del grupo de evaluación y realizará una serie de recomendaciones que servirán para mejorar su accesibilidad cognitiva y seguir avanzando en la plena inclusión de las personas con discapacidad intelectual.