Los hoteles reclaman al Ayuntamiento de Ponferrada una rebaja del IBI
Varios municipios de Castilla y León han aplicado descuentos para ayudar a paliar los efectos negativos de la crisis sanitaria.
Los hoteles de Ponferrada han mantenido este viernes una reunión de la que, además de la decisión de revitalizar la asociación que tienen constituida, ha salido la petición al Ayuntamiento para que aplique una bonificación total o parcial del Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) que abonan anualmente, en línea con lo que se ha aprobado ya en varias ciudades de Castilla y León y se está estudiando en algunas más, «con el objetivo de que, entre todos, seamos capaces de preservar el empleo y la actividad económica directa e indirecta que suponen nuestros hoteles, evitando llegar a una coyuntura de parálisis no solo en nuestros establecimientos, sino en la ciudad».
Los hoteles alegan que el estado de alarma decretado en marzo, que limitaba la libertad de circulación de las personas, afectó a su actividad diaria ocasionando «unas importantes pérdidas económicas como consecuencia de las cancelaciones y anulaciones del 100% de reservas y eventos que estaban previstos desde el mes de febrero y los siguientes, unido a la no contratación de nuevos eventos o servicios y a la incertidumbre con respecto al tiempo que se puede prolongar esta situación, como estamos comprobando con esta segunda ola de contagios».
Asimismo, advierten de que la recuperación de la actividad no será inmediata, «sino que implicará un periodo transitorio mayor durante el que se irá produciendo de forma paulatina y que, en el sector, estimamos para principios del año 2022 y, siempre, dependiendo de que se halle una solución clínica». La previsión de la Organización Mundial del Turismo (OMT) para la recuperación del turismo al nivel de 2019 se sitúa a partir del año 2024.
«Con el fin de encontrar el mejor modo de afrontar la situación de grave crisis económica que se nos avecina en general, y concretamente en nuestro sector, pretendemos poner de manifiesto la trascendencia a nivel económico que nuestra actividad supone para la ciudad y que beneficia de forma directa a otros sectores económicos como la hostelería, el transporte o el comercio, que son receptores de los clientes que se alojan en nuestros establecimientos», argumentan los hoteles.
En este sentido, destacan que pese a tener que cerrar sus alojamientos han mantenido en su puesto de trabajo a una parte de las plantillas, realizando labores de control, supervisión, mantenimiento y limpieza, con el consiguiente coste en salarios de personal que fue incluido en los ERTE, incrementado por todos los gastos de suministros, mantenimientos especializados externos, contratos de alquileres de equipos informáticos o de programas específicos para el desarrollo de la actividad.
Asimismo, señalan que para poder soportar los diez meses que ya se prolonga esta crisis y disponer de liquidez, los hoteles afirman que se han visto obligados a formalizar préstamos, «con el fin de poder garantizar el mantenimiento de los niveles de empleo directo, ante la falta de ayudas directas o subvenciones».