La ‘Gente corriente’ del fotógrafo berciano Luis Ángel Vidal, en el Centro Leonés de Arte
El Centro Leonés de Arte (CLA) de la Diputación se ha poblado de Gente corriente, título de la exposición que el fotógrafo ponferradino Luis Ángel Vidal Manceñido ha colgado en este espacio cultural de la capital de la provincia.
La muestra está formada por un total de 73 imágenes en color, de mediano formato, y tres conjuntos visuales integrados por varias piezas. Las fotografías forman parte de un amplio proyecto desarrollado durante varios años de trabajo intermitente pero constante, y muchas de las obras han sido creadas por Vidal Manceñido aprovechando los viajes que ha realizado por los más diversos países del mundo.
La mirada de este creador nacido en Ponferrada en 1963 se centra en la relación entre el hombre y el espacio urbano, sin que los personajes alcancen una definición concreta, exceptuando un mínimo de casos. “El hombre, en sí mismo, no le interesa como tema central, sino que más bien se convierte en elemento de diálogo dentro de la gran escenografía general y urbana que configura la construcción de la imagen, incorporándose como un componente más de la fotografía”, explica Luis García Martínez, director del Departamento de Arte y Exposiciones del Instituto Leonés de Cultura.
“Se trata de un personaje anónimo que en múltiples ocasiones surge como sombra, silueteado, desdibujado, indefinido e inconcreto en la urbe; figura discreta que transita, trascurre, camina, se mueve, salta y juega como si de un fantasma se tratara. La forma humana emerge como un elemento vital que contrasta con las construcciones inertes, frías y desoladoras de la ciudad”, explica. De hecho, Luis García recalca que la mirada de Vidal Manceñido escudriña y descubre esos espacios urbanos que son denominados por diferentes teóricos como no lugares.
“Los no lugares son espacios urbanos indefinidos e intercambiables donde el ser humano permanece anónimo y latente. Espacios que se dan en ubicaciones arquitectónicas y urbanas comunes, genéricas, inconcretas, de tránsito y circulación, que se encuentran y repiten por todo el mundo y que no tiene personalidad propia o identidad desde la perspectiva histórica, cultural, etnográfica o artística”, detalla.
El propio artista ha indicado sobre su actual muestra en el palacete de la avenida Independencia que el entorno que rodea su vida diaria “genera escenas y situaciones que captan mi atención y que pueden tener la fuerza y la belleza suficiente como para despertar mi curiosidad. Escenas familiares en entornos cotidianos en los que entreveo imágenes potentes, llenas de vida y de contenido, situaciones únicas, efímeras, caóticas, cómicas, mágicas, estúpidas y todo tipo de esdrújulas que podamos imaginar”.