[UNA COMARCA EN LA MOCHILA] Viaje V. Ponferrada. Valle de Compludo (II)
Palacios de Compludo o el milagro de Lázaro. El pueblo se deshabitó definitivamente en 1986, quedándose a merced de los saqueadores y los incendios forestales. La experiencia histórica nos demuestra que cuando un poblado se convierte en despoblado difícilmente puede revertirse la situación. Sin embargo, Palacios resucitó… Y aquí estamos hoy, en un día soleado de noviembre, dispuestos a arrancar la caminata.
Empezamos…
PALACIOS DE COMPLUDO
Conozco perfectamente Palacios. Una larga amistad me une con un gran amigo de esos que tuvo mucho que ver en la resurrección del pueblo. Personas anónimas que sacaron (y sacan) el tiempo y el esfuerzo hasta de debajo de las piedras para ir a cultivar los huertos, barnizar los corredores y balcones, o hacer las reparaciones necesarias para evitar que las casas se vinieran abajo.
Hasta hace bien poco, para recorrer los escasos tres kilómetros que separan a Palacios del resto del valle de Compludo, era necesario hacerlo por una pista de tierra llena de baches y rocas. Más de una vez tuve que subir, y bajar, en primera por aquella pista embarrada que suponía un esfuerzo épico hasta alcanzar las primeras casas.
Desde entonces, pude asistir de primera mano a la nueva vida de Palacios, en la que los antiguos vecinos o descendientes regresaban, sobre todo en fin de semana, a poner en orden sus antiguas viviendas, que día a día iban siendo más habitables. Se organizaban magostos, caminatas populares, comidas…, y al degustar los chorizos y castañas en esta geografía tan oculta y perfecta, sólo podías experimentar una sensación de agradecimiento con la vida.
Tampoco se podría hablar de Palacios sin reconocer a la Asociación Tyto Alba el papel que ha llevado y lleva a cabo en la preservación de este paraíso. La Asociación tiene su sede en el propio pueblo y, desde 1999, colabora con el Ayuntamiento de Ponferrada y SEO/BirdLife en la conservación de la reserva ornitológica de Palacios de Compludo. Según la web de Tyto Alba, en la reserva se ha registrado la presencia de más de 80 especies de mariposas diurnas, 4 especies de anfibios, 11 de reptiles, 93 especies de aves, y 25 de mamíferos. Incluso nos comentan que un oso lleva tiempo rondando por la parte de atrás del pueblo, y podemos corroborarlo con el indicio de sus excrementos en un camino próximo.
Tras la invitación a café en la casa de Tyto Alba, nos indican el camino hacia el Valle del Oso, un encajonado y recóndito paraje que conduce de Palacios a Bouzas, siguiendo el curso de un joven y juguetón río Meruelo. Para enlazar estos dos mismos pueblos por carretera, en coche, haría falta volver a Ponferrada y hacer 45 kilómetros (una hora larga de viaje), mientras que por el Valle apenas son 5 kilómetros.
A la salida del pueblo, unos curiosos letreros en madera nos dicen que vamos por el buen camino. Poco a poco, entre un mar de robles otoñales y un olor a Naturaleza imposible de plasmar con palabras, dejamos atrás Palacios, ante unas vistas excepcionales de las casas recuperadas de la ruina, y una imagen de conjunto digna de perdurar en las postales.
VALLE DEL OSO
Al poco de salir del pueblo encontramos un desvío que nos llevará hasta los Gualtones, dos cascadas escondidas, prácticamente desconocidas para el senderista medio, de las que no quería hablar demasiado para que siguieran siendo secretas y evitar así su masificación. Pero es imposible… Si escribes algo sobre el valle de Compludo es inevitable hablar de la belleza mágica del Gualtón de Arriba y del Gualtón de Abajo. Para llegar al primero es necesario desviarse un tramo y después regresar sobre nuestros pasos. El segundo está ya en el camino de Bouzas. Sólo los helechos y el musgo son testigos del sordo rumor de las aguas fresca golpeando las rocas. Y así seguirá siendo toda la eternidad, cuando ya no estemos.
El robledal es tan tupido y cerrado que apenas deja ver la panorámica. Sólo en momentos puntuales asomamos la cabeza en algún paso y entonces el valle se abre fascinante, con una gama de colores infinita entre los verdes y ocres, que incluso un pintor impresionista de los buenos tendría dificultades para reflejar.
Algunos robles jóvenes están arrancados de cuajo, y dificultan el paso en varios tramos de la senda. Por lo visto, las abundantes nevadas del pasado invierno fueron las culpables. También un puente se ha venido abajo con las crecidas del río, y hasta el momento sigue sin ser reparado, así que no queda más remedio que mojarse si queremos continuar hacia Bouzas.
Por lo demás, el camino se hace muy cómodo y agradable. Respirar y disfrutar, porque sólo una pequeña minoría de la Humanidad tenemos el privilegio de paladear estos rincones por el simple hecho del deleite de los sentidos. Donde nosotros vemos la perfección natural, otros que pululen por aquí verán madera, minas, excursiones organizadas por agencia, cotos de caza privados, plantas para embotellar el agua, dinero… Tiene que ser muy triste vivir así, la verdad…
BOUZAS
El molino de Luciano nos da la bienvenida a Bouzas, enclavada en lo más profundo del valle, justo a los pies del cerro Picueto (1.551 m.). Además de éste, existen otros dos molinos que pertenecen al pueblo. Según el último censo, Bouzas cuenta con 34 habitantes, aunque por las calles sólo vemos a dos personas que, tras cargar el coche, salen del pueblo por la subida hacia San Cristóbal.
En Bouzas no existe donde comer y, aunque existiera, a día de hoy está prohibido ir a los restaurantes. Así que no queda más remedio que sentarse en las escaleras de una casa abandonada y almorzar un poco de empanada y cecina que hemos traído.
Tras la comida, damos un breve paseo antes de emprender el camino de regreso. Fotografiamos algunas casas que son excelentes muestras de la arquitectura tradicional, la pequeña cascada que ameniza la calle principal, y el puente romano que encamina al viajero hacia Pobladura de la Sierra, ya en tierras de la Valduerna.
El nombre de Bouzas también quedará tristemente ligado al terrible incendio de 2017, que arrasó 1.500 hectáreas de la Tebaida y medio valle del Silencio. Según el auto judicial, un ganadero del pueblo prendió unos matorrales de forma intencionada para ampliar la superficie de pastos, y el asunto se le fue de las manos. El fuego destructor se extendió rápidamente hacia Peñalba, Montes, San Clemente, Valdefrancos y Manzanedo, arrasando el tesoro más preciado del Bierzo.
Recuerdo realizar la travesía de los Aquilianos unos meses después, y la sensación de sentirme tocado y hundido, herido de muerte, como si el ataque hubiera sido directamente contra mí. El olor negro a ceniza y hollín del paisaje muerto era mi estado de ánimo al comprobar la magnitud de la catástrofe. Mientras, los periódicos de León lo cuantificaban todo en términos económicos, como si esto se pudiera medir o calcular con cifras y dinero. No entienden. No entienden nada. Un ataque al valle del Silencio era un ataque directo al corazón afectivo de las gentes del Bierzo, y a mí, sinceramente, me pareció un insulto que se centraran en cuánto dinero le había costado a la Junta apagar el incendio.
PALACIOS DE COMPLUDO (Vuelta)
El camino de regreso es el mismo que el de ida, con una pequeña variante llegando a Palacios. En vez de subir por los Gualtones, seguiremos por las profundidades del valle, paralelos al Meruelo (una señal de madera con un búho de Tyto Alba señaliza la bifurcación).
En esta parte del bosque abundan las casetas de madera para pájaros de Tyto Alba, que en la primavera acompañan con jolgorio los pasos del caminante. Un par de puentes de madera salvan los arroyos que corren directos hacia el Meruelo, y entonces comienza la última subida. Este último tramo nos devuelve al pueblo entre castaños y frutales. Ahora sí que los árboles ya no nos impiden ver el bosque, y una vez en la carretera, se aprecia con una nueva perspectiva todo el recorrido del Valle del Oso. El sol va cayendo lentamente sobre las montañas y su luz clara, limpia, se refleja en las últimas hojas del otoño con cientos de matices.
Y más allá, cercando a la reserva ornitológica por los cuatro costados, los gigantes eólicos. Es imposible no verlos. El parque más cercano siembra todo la cadena del Becerril (1.865 m.). Y también el del Teleno, el de Igüeña, el de Folgoso, el de Torre…, y así cada vez más y más. Si en viajes anteriores reflexionábamos sobre las fronteras, también éstas existen para las aves: aquí en Palacios podrán seguir viviendo y anidando tranquilamente (al menos de momento), y un poco más lejos, una pala afilada las parte literalmente por la mitad (a los pies de cada molino existe siempre un cementerio de aves). Y mientras, la gran empresa que se hace con la ganancia económica seguirá en números verdes en la bolsa.
La mayoría de nuestros queridos conciudadanos seguirá diciendo que con algo hay que generar más energía, pero en el fondo lo que no quieren es preguntarse cómo es posible que nuestra generación consuma tres veces más energía que la de nuestros padres (y en 2040 será casi un 50% más que actualmente). ¿Y por qué no quieren ni oír hablar de asuntos tan molestos? Porque entonces todos tendríamos que replantearnos nuestro actual ritmo de vida y de consumo, y eso nunca. Si hay que colapsar, al menos caeremos con dignidad y con el patinete eléctrico enchufado a la red eléctrica. Cualquier cosa antes que vernos obligados a plantear preguntas incómodas que no deseamos responder. Y por eso, cada vez habrá más incineradoras de neumáticos, más presas en los ríos y más palas gigantes en el skyline de nuestra comarca circular.
ANEXO: CASCADA DEL GUALTÓN DESDE CARRACEDO DE COMPLUDO
En febrero, pocos días antes de que el mundo cambiara tan de golpe como cambió en 2020, nos habíamos acercado hasta la conocida cascada del Gualtón, la más alta del Bierzo. De aquellas ya se oía hablar del virus chino, quizás uno más de los que periódicamente emergen y desaparecen en el sureste asiático y que, en la mayoría de ocasiones, se quedaban reducidos a un ámbito geográfico determinado. Poco podíamos intuir lo que después vino…
Al igual que los otros Compludos, Carracedo es un pueblo de cuento: casitas de piedra ya restauradas o en proceso, chimeneas, corredores de madera y la figura del campanario de la iglesia destacando sobre el armonioso conjunto. Lo mismo que en Compludo y Palacios, las calles están sin asfaltar. No sé si esto será muy molesto cuando llueve, pero hay lugares en plazas o altozanos a los que la hierba les da una distinción única. A veces, la Naturaleza y el tiempo, que son sabios, dan fisonomía a un lugar, que luego se desvirtúa recubriéndolo todo de cemento.
El camino que lleva a la cascada está indicado tras cruzar el puente. La ruta es sencilla y puede hacerse en dos horas, aunque en el tramo final de acceso a la cascada hay que tener cuidado por la abrupta pendiente. Durante la caminata podemos ver robles, castaños y tejos y, a poco que estemos atentos, diferentes excrementos de animales que nos indican que una rica fauna que nos está observando desde el interior del bosque. Además, en toda esta parte existieron en el pasado varias explotaciones auríferas.
Finalmente, la cascada, casi en el límite con la Maragatería. Algunos dicen 30 metros; otros, 40. ¿La más alta del Bierzo? Eso ahora mismo da igual. Lo único importante es disfrutar de la belleza paradisiaca de otro de los rincones únicos de nuestra geografía berciana…
José L. Gutiérrez
Instagram: @unacomarcaenlamochila.
VIAJE V. PONFERRADA. VALLE DE COMPLUDO (II) 16-02, 13-11 y 13-12-20
Altitud | 512 msnm | Superficie | 283,17 km2 |
Población | 65.788 h. (2017) | Densidad | 232,33 hab./km2 |
Núcleos | Bárcena del Bierzo, Bouzas, Campo, Carracedo de Compludo, Columbrianos, Compludo, Compostilla, Cuatrovientos, Dehesas, Espinoso de Compludo, Flores del Sil, Fuentesnuevas, Lombillo de los Barrios, Manzanedo de Valdueza, La Martina, Montes de Valdueza, Otero, Ozuela, Palacios de Compludo, Peñalba de Santiago, La Placa, Ponferrada, Rimor, Salas de los Barrios, San Adrián de Valdueza, San Andrés de Montejos, San Clemente de Valdueza, San Cristóbal de Valdueza, San Esteban de Valdueza, San Lorenzo, Santa Lucía de Valdueza, Santo Tomás de las Ollas, Toral de Merayo, Urbanización Patricia, Valdecañada, Valdefrancos, Villanueva de Valdueza, y Villar de los Barrios. |
* Datos de Ponferrada, municipio al que pertenece Compludo.
Bouzas | 34 hab. (2019) |
Carracedo de Compludo | 17 hab. (2019) |
Compludo | 15 hab. (2019) |
Espinoso de Compludo | 27 hab. (2019) |
Palacios de Compludo | 3 hab. (2019) |