[LA OVEJA NEGRA] Plantando huertos verdes para clasemedianos
GERMÁN VALCÁRCEL | El clasemediano occidental no teme las catástrofes largamente anunciadas por los cenizos científicos del clima. Es más, estos días todavía se puede leer en las redes sociales a conocidos negacionistas de la ciudad donde vivo, llamando a que “Greta y su legión de feligreses calentólogos sean obligados a tirar una semanita de pala para que no se les olvide nunca lo que es una nevada”. La estupidez humana y el sectarismo también pueden ser variables que aceleran los problemas del clima.
El motivo del intenso frio que soportamos estos días en muchas partes del hemisferio norte forma parte del cambio climático, es un calentamiento estratosférico súbito que está teniendo lugar en zonas del Círculo Polar, como el Mar de Kara o la península de Yamal. El aumento de temperatura global ha desequilibrado las corrientes, ascendiendo los calores a zonas polares y descendiendo el frio polar; el ecosistema global está totalmente desequilibrado, ocasionando que se haya partido en dos el vórtice polar, la corriente de aire frío que se ubica en la estratosfera y que, normalmente se mantiene circulando en torno al Ártico, se ha desplazado sobre Europa y el Oeste de Estados Unidos.
Las consecuencias de lo que está ocurriendo en la zona del mar de Kara, la península de Yamal y la isla Belyy, fue detectado y descrito hace ya varios años por los científicos que descubrieron que la tierra cubierta de hierba burbujeaba. Cuando esos científicos pincharon esas burbujas descubrieron que emitían metano y dióxido de carbono, gases que aceleran el cambio climático. La razón de este fenómeno es el anormal calor que derrite el permafrost. Pero nadie escucha, a quienes traen informaciones que puedan alterar nuestro bienestar clasemediano.
La rueda no se puede parar, nuestras opulentas sociedades, las elites y los clasemedianos, no están dispuestas a renunciar a su burbuja térmica de veintidós grados centígrados (las gentes de lugares como la Cañada Real son invisibles, en el mejor de los casos, o infrahumanos, en nuestra sociedad de bienestar) , ya sea en invierno (la calefacción, en invierno, en las terrazas de los bares es el ejemplo más acabado de la necedad en la que está sustentada nuestra, supuestamente, desarrollada forma de vida) o verano -aire acondicionado-.
El buen clasemediano es incapaz de aceptar que su civilización, su cosmovisión antropocéntrica y eurocéntrica, es el principal problema de la humanidad, Bien es cierto que entre algunos de sus representantes se empieza a escuchar que el futuro es incierto pero ellos siempre tienen a mano su nueva religión que todo lo justifica, dicen confiar en lo que ellos llaman ciencia y en su profeta la tecnología. Pero lo que no quieren decir es que lo único cierto que sabemos es que el futuro ya no es tan incierto como antes. Hoy se sabe que el futuro es malo. Y que las opciones de construir un futuro posible se reducen a una velocidad tremenda con cada minuto que transcurre en la añorada vieja normalidad.
Pero a los habitantes de las metrópolis occidentales no debemos sacarles de su maravillosa zona de confort y decirles que nuestra civilización se está muriendo, todo lo más confesarle que esta algo enfermita. Los más prestigiosos “médicos”, los mismos que con su “ciencia y medicación -tecnología-” nos han traído hasta aquí, ahora, nos dicen que han encontrado una solución. Lo llaman Green New Deal o Transición ecológica y cuestionarlo supone que eres partidario de volver a las cavernas. Allí vamos a terminar por su soberbia.
Sostienen, las mentes más preclaras del clasemedianismo eurocéntrico progresista que demostraremos la inconmensurable superioridad humana sobre el resto de seres vivos y lo listísimos que somos y que para nosotros los humanos no hay límites, ni físicos ni éticos. El desarrollo -el crecimiento-, la ciencia y la tecnología nos hará dioses y nos permitirá conseguir proezas inabarcables, incluso derrotar a la oligarquía y desmontar y reformar el sistema financiero, pero ya sabemos que los progres dicen una cosa cuando están en la oposición y otra cuando están en el gobierno. Cuando llegan allí todo se doblega a lo que llaman “Razón de Estado”.
Pero cuando despertemos de la borrachera antropocéntrica descubriremos que, entre el hedor a muerte del genocidio al que caminamos a pasos agigantados y la mierda de nuestros residuos, el ser humano moldeado por la sociedad industrial-capitalista de consumo padecía un serio desajuste entre lo inteligente que creía ser y lo estúpido que realmente era.
Las energías renovables son una ilusión, pensamiento mágico, basada en una mentira
La solución que plantean los defensores la llamada Transición Energética son esa nueva estafa tecnológica llamada Hidrógeno Verde, o las llamadas energías renovables. Ahí tienen, cómo no, en primera línea al gran defensor de un planeta sostenible, el talador de árboles urbanos, don Olegario Churchill, dispuesto, eso sí, a plantar un huerto solar, de trescientas hectáreas (en su desbocado afán de generar basura tecnológica, no olviden el internet de las cosas), en terrenos de Villar de los Barrios, aprovechando que no tiene Junta Vecinal, y de San Cristóbal de Valdueza, donde veremos qué ocurre cuando se lleve a Concejo, tal vez por eso, en esta pedanía está en suspenso la prometida inversión en la captación de agua. Hay muchas formas de presionar y en eso los pesoistas son maestros. Con todo esto don Olegario ya nos da pistas de cuál es su modelo de gestión, no solo del suelo del medio rural, sino también de su forma de relacionarse con los habitantes de ese espacio geográfico: el autoritarismo, el caciquismo y los hechos consumados.
Lo que la derecha más neoliberal no se atrevió a hacer, destruir la zona con mayor biodiversidad y medioambientalmente más rica del municipio (no olvidemos que las torres eólicas están prohibidas en toda la geografía municipal), lo llevará adelante el muy progresista alcalde pesoista. Tendremos que, también, observar la reacción de los colectivos medioambientales de la Comarca Circular, fundamentalmente de aquellos que según documentos gráficos tienen muy buena relación con la actual vicepresidenta de Transición Ecológica.
Las energías renovables son una ilusión, pensamiento mágico, basada en una mentira. Las llamadas energías renovables necesitan recursos no renovables para poder construirse y ponerse en marcha, requieren, no solo destruir parajes como donde don Olegario pretende plantar su huerto solar, sino toneladas de energías fósiles -carbón y petróleo- para las máquinas pesadas necesarias para el minado y transporte de lo producido mediante costosos procesos industriales, llevados a cabo, también, con energías fósiles.
Al margen de todo esto, el papel de los minerales y metales es creciente, según el propio Banco Mundial, en un informe de 2017, habla de que para obtener un 50% de la energía global de las energías renovables se requiere un 100% más de plata, 920% más de indio, 2,700 más de litio -el litio requiere casi 2 millones de litros de agua para producir una tonelada-, el consumo mundial de óxido de tierras raras se multiplicara por cinco de aquí a 2030. Nuestros muy progresistas gobernantes siguen mintiendo y engañando, no hay ninguna Transición Energética posible hacia un modelo de vida que se parezca en nada al actual.
Los vendedores de humo verde, jamás hablan de como la minería de tierras raras está devastando amplísimas zonas del planeta, destruyendo Estados y comunidades donde son ricos en estos minerales. Tal vez, a don Olegario, la cercanía con quien sostiene que, “si los putos negros no saben qué hacer con sus recursos, nosotros, los desarrollados blanquitos tenemos el derecho a tomarlos” le ha dado razones y argumentos para sumarse a las políticas de expolio y devastación, sobre las gentes del medio rural ponferradino.
Los minerales críticos son vitales para la llamada energía renovable. La implantación de huertos solares va a destruir amplias zonas de vida silvestre. Para el año 2050 habrá setenta y ocho millones de toneladas métricas de desechos de paneles solares, lo que generará seis millones de toneladas métricas de paneles solares anualmente. La energía limpia es la mayor mentira de 2020.
Sostenía Zygmunt Bauman que “hay razones para estar inquietos, porque ahora sabemos que vivimos en un tipo de sociedad que hizo posible el Holocausto y que no contenía nada que pudiese evitar que el Holocausto sucediese”. Me temo que en la actualidad nos encontramos en similar situación ante el ecocidio y genocidio que se vislumbra en el horizonte.