[LA OVEJA NEGRA] ¿Qué hay de lo mío?
GERMÁN VALCÁRCEL | Aunque estamos en una situación económica en la que tan posible es que nos den peladillas a manta como que nos llenen la cara de leches, los nuevos representantes municipales no parecen estar dispuestas a renunciar a los placeres y derechos que las leyes del embudo democrático les han concedido.
Nos quieren convencer, los portavoces de los grupos municipales, de que hablar de lo suyo, de sus dineros, de sus prebendas (ellos lo llaman derechos) y de sus redes clientelares, podía dar pie a mucha demagogia, demostraron, sobradamente, conocer por qué y, ademas, pusieron de manifiesto que los intereses del político y del votante no son idénticos. No les voy aburrir con las cifras, pienso que son perfectamente conocedores de ellas, y de no ser así en este mismo medio pueden conocerlas.
El pleno del pasado viernes nos mostró lo que muchos ya sabíamos: el PSOE no tiene nada que ver con la izquierda, hace ya décadas que no es la izquierda, es simplemente una especie de marca blanca de la derecha, una pandilla de mercenarios siempre al servicio del poder, prestos a lograr cualquier tipo de prebenda que de él emane, y que hacen de la manipulación de las cifras y de las palabras, de las medias verdades y directamente de las mentiras el eje central a la hora de comunicar, de vendernos, sus decisiones políticas.
Pero no solo es el PSOE quien miente, otros, agradecidos, lo hacen por él, como don Pedro Muñoz, portavoz de Coalición por el Bierzo. Cuando afirma que el PSOE carece de personal de confianza: ¿el Jefe de Prensa, ese al que, entre todos, vamos a pagar 40.000 euros anuales, no es un cargo de confianza? O acaso sigue perteneciendo a su cuadrilla? Don Pedro es un tipo listo, se ha quitado de encima un grave problema que la pérdida de poder institucional le podía ocasionar.
Miente la oposición cuando afirma que carecen de medios para desarrollar su labor: se distribuyen de manera conjunta 11.750 euros mensuales, repartidos de modo proporcional al número de concejales, los grupos con menos representación 1.250 euros mensuales para gastos, 2.350 el PP y el PSOE 3.175. Para justificar su petición de personal de confianza los portavoces de todos los grupos municipales de la oposición nos dicen que ellos lo único que pretenden es crear puestos de trabajo, dejando, con ello, meridianamente claro que lo suyo es la creación de redes clientelares. También adulteran la verdad, y nos tratan como imbéciles, cuando para defender sus privilegios utilizan los mismos argumentos que para desautorizar al tripartito.
Manipula y dice medias verdades la portavoz podemita, doña Lorena González, cuando nos recita, por dos veces, cuáles van a ser sus responsabilidades, como modo de justificar su sueldo de 43.000 euros, los casi 24.000 de su personal de confianza y los 15.000 anuales para gastos de funcionamiento de su grupo. Son las ventajas de pasar de “asaltar los cielos” a asaltar las arcas públicas. Es el resultado de convertirse en parte de la denostada y denigrada, solo verbalmente, “Casta”. Resulta devastador escuchar el relato de esta señora ante la hecatombe que vive la comarca, repugna oírla defender sus privilegios y recordar lo que están soportando no solo sus compañeros de generación sino una ciudad entera cuya renta media, en 2016, es de 24.167 euros, frente a sus 43.000 y es que doña Lorena, tan sobrada de iniquidad moral y ética como falta de inteligencia, se dedica, impotente e incapaz, a decir chorradas, chorradas que produce siempre de dos en dos, convirtiendo, de paso, en mera caricatura los contenidos ideológicos sedimentados por décadas de lucha social y política. Ahora, ella y los fieles y sectarios militantes podemitas ya pueden seguir regalándonos clases, online, de ética política, moral y buenas costumbres. Miren por dónde la portavoz podemita va a resultar un buen ejemplo del por qué su formación política ha terminado destruyendo y tirando, en poco más de tres años, un enorme capital político al basurero de la historia.
Nos tratan como imbéciles cuando para defender sus privilegios utilizan los mismos argumentos que para desautorizar al tripartito
La portavoz socialista, doña María Isabel Fernández, sostiene que no es dada a hacer demagogia, sin embargo maneja de forma artera e interesada, y con especial soltura para ser su debut, índices, cifras y porcentajes. El paso por las Juventudes Socialistas deja huella indeleble en cualquier ser humano que haya pasado por esa organización. Tome nota don Tarsicio, es lo que tiene disponer de una buena formación académica en temas económicos. Las personas con tantos conocimiento son capaces, incluso, de transformar el decrecimiento en crecimiento responsable.
Don Olegario Ramón mostró, en su primer pleno, su ya vislumbrado autoritarismo, utilizando trucos de maestro de escuela franquista, tratando de distraer e intimidar a los portavoces de la oposición; el señor alcalde parece estar dispuesto a decirnos, incluso, hasta como tenemos que argumentar. Pero lo más esclarecedor fue su capacidad de tragar sapos, sin que se le altere un solo músculo del rostro cuando, “reo de su pasado” (tomo prestada la frase del antiguo columnista de esta casa, El Observador Parcial) y de las hemerotecas, fue interpelado por el portavoz popular leyéndole lo que sostenía antes y lo que hacía ahora.
A don Olegario, que tanto hincapié hace en decirnos que se ha bajado el salario 71 euros por nómina, y que él, a diferencia del 90% de su antecesora tiene el 100% de dedicación, se le ha olvidado dar a conocer a sus “súbditos” la situación de privilegio de los funcionarios, (don Olegarios lo es, como lo son, curiosamente, los otros cuatro perceptores de las restantes dedicaciones al 100%) en el acceso a puestos políticos respecto a los trabajadores del sector privado o a los llamados profesionales liberales.
Esos privilegios quedan reflejados en el artículo 87.3 del Estatuto Básico del Empleado público: que nos informa que los alcaldes y cargos públicos, retribuidos y con dedicación exclusiva, recibirán cuando se reincorporen a su antiguo puesto de trabajo la consolidación del grado y conjunto de complementos que se establezcan, para quienes hayan sido directores generales y otros cargos superiores de la correspondiente Administración Pública. Por supuesto todo muy legal y democrático, pero uno más de esos privilegios que la casta política se ha concedido a sí misma mediante una legislación hecha a medida.
Verán como nuestros representantes políticos se ponen, rápidamente, de acuerdo para crear una comisión que articule un reglamento que haga innecesarios este tipo de plenos que los deja con las vergüenzas al aire, y permite que los ciudadanos asistan a uno de esas infames actuaciones que los políticos suelen llevar a término en privado.
El comportamiento de los representantes institucionales ponferradinos (prácticamente los de todo el Estado) sirve para convertir en plenamente actuales las palabras de la anarco-comunista estadounidense Lucy Parsons: «De todos los engaños modernos, el voto ha sido sin duda el mayor. El principio de gobierno es en sí mismo erróneo: ninguna persona tiene derecho a gobernar sobre la otra».