La alcaldesa de Bembibre no invita a la prensa «para evitar aglomeraciones» a un acto con una veintena de asistentes
La confusión y las interpretaciones contradictorias, cuando no la pura arbitrariedad, en torno a las normas o simples recomendaciones sanitarias para prevenir la covid-19 siguen campando a sus anchas por las instituciones, que las aplican o no en función de su conveniencia.
Así, unos consistorios celebran reuniones presenciales y otros no, según lo que cada alcalde considere o no cumplimiento de las normas sanitarias de prevención. El último ejemplo de esa confusión lo ofrece el Ayuntamiento de Bembibre, en cuyo salón de plenos se ha celebrado este lunes el acto de despedida oficial de un operario de mantenimiento que ha alcanzado la edad de jubilación. Hasta aquí, nada que se salga de lo normal.
«No hemos podido convocar a la prensa para evitar aglomeraciones y cumplir con las medidas anti covid», explican desde el consistorio en el correo en el que dan cuenta de la celebración del acto, al que adjuntan el discurso de la alcaldesa, la socialista Silvia Cao, y las fotografías del homenajeado con miembros de la corporación municipal y con sus compañeros de trabajo.
En esas fotos aparecen al menos una veintena de personas distintas, bien juntas como la ocasión requiere. Pero no era posible invitar a la prensa –acaso un par de profesionales o tres estuvieran interesados en asistir a tan magno acontecimiento y manteniéndose evidentemente a la distancia reglamentaria– en cumplimiento de esas medidas anti covid que las instituciones vienen manejando a su antojo con tanto desparpajo como hipocresía cuando les conviene. Seguro que nadie echa de menos la convocatoria, manden las notas que quieran para hacer propaganda de su actividad, pero al menos no esgriman excusas de pata de banco.