‘Feminismo para torpes’ conmemora el Día Internacional de la Mujer en el Bergidum
Feminismo para torpes es una caja de herramientas, una “clase de defensa personal” para enfrentarse a un mundo mal repartido, una conferencia desquiciada, un espectáculo a medio camino entre el monólogo de humor, el teatro y la confesión personal. La obra llega al Bergidum el próximo sábado, 6 de marzo (19.30 horas), conmemorando el Día Internacional de la Mujer.
La autora de Feminismo para torpes, Nerea Pérez de las Heras, ha sido una perra de presa del patriarcado y quiere resarcirse. Lo hace exponiendo las miserias e injusticias de la estructura patriarcal y las suyas propias mientras dirige en escena a una actriz (Laura Jabois) y un actor (Luis Miguel Ríos) que encarnan los grandes estereotipos, pequeñas violencias y constantes desigualdades arbitrarias que nos acompañan desde que nacemos. Feminismo para torpes va mutando en cada show para acompañar a una actualidad cada vez más abrumadoramente absurda.
Nerea Pérez de las Heras es periodista y humorista. Escribió Feminismo para torpes con la intención de que fuera una performance a medio camino entre el monólogo de humor y la conferencia divulgativa. El concepto se ha convertido en una serie de vídeos y en un libro publicado con el mismo título. Actualmente sigue colaborando con varias revistas y “tiene un trabajo de 40 horas semanales en el mismo corazón del sistema capitalista porque la militancia no da dinero y los chiringuitos feministas son un invento de la ultraderecha”, según manifiesta ella misma.
“El humor entra por la puerta de atrás de las conciencias. Puede parecer inofensivo, pero no lo es: quien hace el chiste tiene el poder. Reírse y hacer reír es más delicado de lo que parece”, sostiene la autora de este montaje, quien añade que «todavía hay mucha gente que va por la vida con las gafas sucias, sin querer enterarse de que las cosas han cambiado. Esos ‘cuñados’ esperan que, ya que los sacas de su comodidad, lo hagas con didáctica, una sonrisa y magdalenas», critica Pérez de las Heras. «Así que, incluso cuando quieres destruir las estructuras, te toca usar un chiste. Afortunadamente, el humor se me da bien, no las armas químicas», puntualiza en tono jocoso.