[REVISTA] Un rayo anónimo aterroriza con su propaganda
El alcalde que se cree la reencarnación de Joaquín Costa sigue alanceando moros muertos en su particular cruzada del cuaderno azul.
El teatrillo regeneracionista de La máscara de la propaganda con el que terminó el mes de febrero se nos antoja poca cosa comparado con el musical periférico titulado El hombre fuerte sociata, el pequeño rentista y los fondos europeos. Igual después de leerlo entienden por qué a algunos tanto nos tiene (como dicen nuestros vecinos de Valdeorras) el PP de la Gürtel que el PSOE de los ERE’s. En fin, peor lo tienen en Cacabelos, donde el debate político (por llamarle algo) empieza a deslizarse hacia terrenos pantanosos hasta el punto de que Adolfo Canedo desmiente tajantemente que se haya burlado alguna vez de la condición sexual de Junior Rodríguez.
Ya les advertimos la semana pasada de que se avecinaba una nueva polémica. Leemos que La pandemia no frena al feminismo vasco y saldrá a la calle el 8M pese a la petición del Gobierno de no realizar manifestaciones masivas, y sin necesidad de salir de la comarca (o lo que sea) nos cuentan que La Plataforma contra la violencia machista del Bierzo y Laciana anuncia que se concentrarán el 8M “con las medidas de seguridad”. Hacen bien. De paso, igual en algún momento habría que recordar a Exeria, unha galega libre no século IV y la primera escritora peninsular en lengua latina.
Cuidado el dinero público, no vaya a servir para negocios privados
Al margen del 8-M, la permanente campaña por tierra, mar y aire para aterrorizar a la población sigue dando sus frutos: 8 de cada 10 españoles no viajarán en Semana Santa aunque las autoridades lo permitan. Como esperen a que vuelva la normalidad lo llevan claro. No digamos ya El ocio nocturno, el gran olvidado. Conviene saber, en este contexto de represión y falta de perspectivas de futuro que afecta sobre todo a los más jóvenes, que «El encarcelamiento del rapero fue el detonante, pero hay muchas más cosas»: qué hay detrás de la ola de protestas en Barcelona. Y, desde luego, hay que reivindicar siempre Libertad de expresión para Agamenón y para su porquero.
El partido de la ilusión quedó en tablas, pero La Ponferradina toca el cielo durante cinco minutos (1-1) en Vallecas sin que la partiera un rayo. El domingo viene otro partido grande, un auténtico espectáculo si pudiera disputarse con público en las gradas. Por cierto, El Sporting llegará a El Toralín sin el pichichi de Segunda, que vio en el encuentro de esta jornada contra el Espanyol su quinta tarjeta amarilla. Un apunte más para terminar, a caballo entre el deporte y la política, al hilo de las quejas que se han escuchado en los últimos días por la rebaja de la subvención municipal a la Ponferradina. Y es que a veces se nos olvida que es una sociedad anónima.
Deportiva, pero sociedad con ánimo de lucro al fin y al cabo. Con el dinero público, alegrías las justas. No vaya a ser que luego sirva para negocios privados.