Cáritas ha entregado vales de comida por valor de 100.000 euros durante la crisis sanitaria
Cáritas diocesana de Astorga ha entregado desde el inicio de la covid-19 vales comida por valor de 100.000 euros para atender las necesidades básicas de las personas en su ámbito geográfico, en el que se incluye la comarca del Bierzo.
El delegado diocesano, Francisco Turrado, recuerda que el objetivo de Cáritas es el servicio de preocupación y ocupación de los frágiles, los empobrecidos, los excluidos o en riesgo de exclusión social. Para llevar a cabo dicho objetivo es necesario estructurar el servicio con un equipo cuya función primordial es estar atento a la realidad, discernir, localizar las situaciones de urgencia, denunciar, proponer caminos de actuación y llevar a cabo los que su capacidad o la actuación conjunta con otras entidades le permita. El equipo diocesano de Cáritas está configurado como Junta Gestora a la espera de la ratificación de nuestro obispo, Don Jesús Fernández.
En la Diócesis de Astorga, explica Francisco Turrado que otra función del equipo es “alentar y promover las Cáritas en las diversas zonas, arciprestazgos, parroquias y unidades pastorales. Y que desde ahí se pueda organizar, promover y diseñar el servicio de la caridad en el territorio más cercano. Cáritas no es un edificio al que se viene y en el que están unas personas que atienden. Es esto y salir en búsqueda ofreciendo”, tarea imposible de llevar a cabo sin un equipo que lo posibilite.
Por eso destaca la necesidad de no reducir Cáritas al “asistencialismo”, es decir, a atender emergencias con entregas de alimentos o ropa, ya que Cáritas abarca también otras dimensiones como “la denuncia, la concienciación social, la promoción y el diseño de programas de integración social y su ejecución, y que las comunidades cristianas no pierdan nunca el objetivo fundamental evangélico, el amor preferencial a los pobres, los excluidos o descartados. Si perdemos eso, sería una caridad licuada”.
Actualmente en la Diócesis de Astorga Cáritas tiene en funcionamiento programas de infancia, juventud, mujer, empleo, discapacidad, mayores y cooperación internacional, a pleno rendimiento en los núcleos de más población. Turrado destaca que “la caridad no puede ser una expresión de buenismo, ni algo opcional. Para un cristiano es una exigencia evangélica, es llevar el evangelio a la vida. Y esta exigencia es personal y comunitaria”.