Gobierno y autonomías aprueban los cierres perimetrales en Semana Santa y San José
Castilla y León se suma a un acuerdo contra el que tan solo ha votado en contra la Comunidad de Madrid.
Castilla y León, al igual que el resto de autonomías salvo Canarias y Baleares, permanecerá cerrada durante la próxima Semana Santa y en el puente de San José, del 17 al 21 de marzo. Así lo ha decidido el plenario del Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud con un amplio consenso. Solo ha votado en contra la Comunidad de Madrid, que no está de acuerdo con las medidas, pero tendrá que aplicarlas, ya que las decisiones del Consejo Interterritorial son de obligado cumplimiento.
La consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado Vicente, ha expresado en la reunión del Interterritorial en el apoyo de la Comunidad castellana y leonesa a ese contexto unitario, «de manera que sea fácilmente conocible e interpretable por los ciudadanos, sin una excesiva complejidad normativa según regiones y con una vigencia inicialmente prevista hasta el 9 de abril, tras la finalización de la Semana Santa».
La restricciones de Semana Santa comenzarán el 26 de marzo y decaerán el 9 de abril. Estas medidas tendrán rango de orden ministerial y serán de obligado cumplimento, tal y como ha afirmado la ministra de Sanidad, Carolina Darias. Los ciudadanos no podrán salir de sus respectivas comunidades autónomas ni para hacer turismo, visitar familiares o amigos ni a sus segundas residencias. Además, se limitará el movimiento nocturno como máximo, desde las 23.00 (Castilla y León preve mantener las restricciones desde una hora antes) hasta las 06.00 de la mañana.
El máximo de personas que podrán reunirse son 4 en espacios públicos cerrados y 6 en espacios públicos abiertos. En lugares privados, solo estará permitida la reuniones de convivientes. Las medidas son de mínimos, pudiendo endurecerlas las administraciones autonómicas. También se prohibe la celebración de eventos masivos que pueden producir aglomeraciones de ciudadanos.
El texto aprobado justifica estas medidas en la necesidad de controlar una pandemia que se resiste a remitir. Aunque la incidencia está bajando, esta tendencia puede variar si se incrementan los viajes y los contactos sociales. Sanidad cree que «estamos en un momento crítico», con una vacunación que aún no llega a una parte importante de la población y con unas variantes del virus que siguen aumentando su presencia en el territorio.
«Dentro de las personas que se desplazan, hay que tener en cuenta que un grupo numeroso en esta categoría se corresponde con quienes cursan estudios universitarios y regresan a sus domicilios familiares durante las vacaciones. Si no se cumplen las medidas de prevención, este colectivo de estudiantes supone un potencial riesgo para los miembros de la unidad familiar, más si entre ellos existe población vulnerable», señala el texto.