Un tercio de las necropsias de osos pardos señala al hombre como causante de la muerte
Un trabajo de la ULE indica que las enfermedades infecciosas y los traumatismos son las principales causas del deceso de estos animales en la Cordillera Cantábrica.
Una investigación de la Universidad de León (ULE) que estudió la muerte de veinticinco osos pardos euroasiáticos (Ursus arctos arctos) en libertad de la Cordillera Cantábrica, sometidos a necropsia en Asturias y Castilla y León (noroeste de España) entre 1998 y 2018, ha explicado las causas de su muerte y ofrece datos que pueden ayudar en la conservación y el manejo de esta población en recuperación.
El artículo titulado Causas de mortalidad en osos pardos euroasiáticos en libertad (Ursus arctos arctos) en España 1998-2018, fue publicado en la revista Animals, y la primera firmante es la profesora Ana Balseiro, del Departamento de Sanidad Animal de la ULE. El resto de los autores son Elena Gayo y Juan F. García Marín (ambos del citado Departamento), Luis J. Royo (Servicio Regional de Investigación y Desarrollo Agroalimentario del Principado de Asturias), Ramón Balsera (Consejería de Fomento, Ordenación del Territorio y Medio Ambiente, Oviedo) y Olga Alarcía (Consejería de Fomento y Medio Ambiente de la Junta de CyL).
Los resultados del trabajo indican que en cuatro de los casos estudiados (16%) no fue posible determinar la causa de la muerte debido a la conservación inadecuada de las muestras recogidas o la disponibilidad insuficiente de tejido. Catorce de los 21 osos pardos (66,7% del total) murieron como consecuencia de lesiones traumáticas (peleas, traumas de origen desconocido o infanticidio) hepatitis infecciosa canina, neoplasia o intoxicación por hongos. Por último, por intervención humana, debido a la caza ilegal (disparos o trampas), manipulación (durante el tránsito en un intento de reintroducir un oso en la naturaleza) o envenenamiento por estricnina, murieron siete (33’3%) de los osos pardos
Ana Balseiro forma parte desde 2001 de un equipo que trabaja en programas de vigilancia activa y pasiva de enfermedades en animales silvestres, entre los que se encuentra el oso pardo, y recientemente ha sido incorporada al comité científico de la Fundación Oso de Asturias con el objetivo de propiciar el asesoramiento técnico de los programas y actividades que se lleven a cabo en materia sanitaria.
Probablemente el hallazgo más destacado de este estudio es que por primera vez las enfermedades infecciosas (como el CAdV-1, agente etiológico de la hepatitis infecciosa canina) se describen como una causa importante de muerte en el oso pardo euroasiático, a diferencia de datos obtenidos en estudios previos (por ejemplo, uno realizado en Suecia con 98 animales no determinó ninguna muerte a consecuencia de hepatitis infecciosa canina u otra enfermedad infecciosa)
Un dato que merece ser destacado es el que hace referencia a la gran importancia del manejo de los osos, especialmente al capturar y manipular especímenes de vida libre, para minimizar el estrés tanto como sea posible. Esto se justifica porque dos de los animales estudiados murieron mostrando miopatía degenerativa (o de captura) como consecuencia del estrés extremo sufrido después de ser capturados. Se trata además del segundo y tercer casos de muerte por miopatía de captura reportados en osos en la literatura de todo el mundo.