Detenido un ponferradino como el mayor ciberestafador de España
Los ingresos del arrestado en la denominada operación Lupin, de 23 años, llegaron a alcanzar los 300.000 euros al mes, utilizando para ello un grupo criminal que tenía a sus órdenes.
Una de las particularidades de esta organización era, aprovechando las facilidades que ofrecen las nuevas tecnologías, la continua persecución del anonimato en la red para evitar ser detectados y que se les pudiese vincular con la comisión de los delitos investigados.
Durante el tiempo que ha durado esta investigación, los agentes del Departamento de Delitos Telemáticos de la UCO han detectado y rastreado cerca de 30 tiendas online diferentes, todas ellas gestionadas por el ahora detenido y sus colaboradores.
En múltiples ocasiones, captaba a sus víctimas en portales de compraventa online, dirigiendo a los potenciales compradores a sus propias páginas fraudulentas. El acceder a contenidos externos en los portales de compraventa resulta peligroso, como recuerda Wallapop en sus consejos, portal que ha sido activamente colaborador con la Guardia Civil para ayudar en la resolución de esta investigación.
Los productos que se ofrecían en estas páginas web eran principalmente de electrónica de consumo en sus diferentes ámbitos, destacando las videoconsolas y los teléfonos móviles. Cualquier producto atractivo le servía para estafar, aprovechando también la estacionalidad, como los aires acondicionados en verano o el gasóleo de calefacción en invierno.
Algunos ejemplos de las webs utilizadas son instantgaming.co,mielectro.co o pcespecialists.com. Las páginas elaboradas por J.A.F. pueden encontrar en la web habilitada para que todos los afectados puedan facilitar sus denuncias y centralizar las actuaciones judiciales: www.gdt.guardiacivil.es/webgdt/afectadoslupin.php.
Más de 300.000 euros al mes con diferentes modalidades de estafa
El volumen de ventas conseguido por esta persona ha sido tal, que los investigadores han podido corroborar como los ingresos mensuales fruto de la actividad delictiva del detenido superaban en ocasiones los 300.000 euros, cifra de la que también solía alardear él mismo en sus círculos más cercanos.
Aunque esta operación se inició hace aproximadamente un año por parte de la Guardia Civil, es posible que J.A.F llevase cerca de tres años cometiendo este tipo de estafas en diferentes modalidades, siendo la más utilizada la que al finalizar el usuario el procedimiento de pago del producto elegido, la web forzaba al mismo a elegir la transferencia bancaria como única forma de pago posible. Estas cuentas bancarias de destino, obligaban al estafador a manejar cientos de ellas, al igual que números de tarjetas SIM de telefonía para no dejar rastro, puestas normalmente tanto unas como otras a nombre de personas jóvenes a las que pagaba significativas cantidades de dinero por facilitar sus datos personales para este fin.
Con el tiempo estas estafas han ido perfeccionándose, con la excusa del proceso de pago, el estafador llegaba a llamar telefónicamente a la víctima, para que se instalara una App que supuestamente le informaba del seguimiento del pedido. Lo que hacía en realidad la aplicación era desviar todos los SMS de su teléfono para poder tener los códigos enviados por los bancos, lo que le permitía poder firmar transferencias y efectuar cargos a las tarjetas de crédito por altos importes, llegando a vaciar las cuentas de algunas de sus víctimas.
Una vez realizado lo anterior, sirviéndose de la tecnología ‘contactless’, asociaba las tarjetas de crédito de las cuentas de las mulas a sus terminales móviles, para ir extrayendo el dinero en cajeros automáticos en rutas realizadas por todo Madrid en las que adoptaba fuertes medidas de seguridad Esta práctica era repetida sucesivamente en un mismo día, llegando a acumular decenas de miles de euros en solo una jornada de actividad recaudatoria.
Para toda esta operativa, J.A.F. se nutría de un grupo perfectamente organizado por él, con diferentes cometidos y a los cuales retribuía con un salario, como si de una empresa se tratara. Un informático, por ejemplo, se encargaba de elaborar la réplica de las páginas web fraudulentas y subirlas a Internet, motivo por el que ha sido detenido esta semana en la provincia de Albacete.
Sobre J.A.F, hay que resaltar las exageradas medidas de seguridad que tomaba en su día a día para burlar cualquier tipo de acción policial sobre su persona, utilizando así distintas identidades y no llegando a residir nunca más de una semana en el mismo domicilio, siendo estos principalmente hoteles y apartahoteles de la capital, Las Rozas y Majadahonda. A su vez, otro miembro de la organización a sueldo, se encargaba de proveerle de estos alquileres siempre a nombre de terceros, así como darle seguridad y realizar contravigilancias en sus movimientos.
Otra de las personas detenidas en la localidad de Las Rozas de Madrid esta semana, se encargaba de la estructura de captación de ‘mulas’, es decir, las personas que se ofrecían a abrir cuentas bancarias a su nombre para que fueran utilizadas por J.A.F., para sus estafas, y que constituían el escalón más básico de la organización. Todas estas mulas han ido siendo detenidas en el transcurso de la investigación por distintas Unidades territoriales, ya que eran los titulares de las cuentas donde se hacían las transferencias de las estafas.
Por todo lo anterior, tras un largo y complejo seguimiento operativo de varias semanas, se pudo identificar y localizar al cerebro de la trama, y se procedió a la detención de J.A.F en un céntrico hotel de Madrid en el que acaba de establecerse. Aparte de material informático, se le intervinieron más de 50 smartphones y más de 100 tarjetas SIM prepago identificadas a nombre de terceros.
Entre los muchos indicios y pruebas incriminatorias obtenidas por los investigadores contra esta organización delictiva, se ha podido conocer y al mismo tiempo truncar los planes de futuro a corto plazo de este grupo criminal, en el que J.A.F estaba preparando, junto al resto de detenidos, la infraestructura necesaria de cuentas corrientes, teléfonos y webs fraudulentas para obtener un millón de euros en el próximo BlackFriday, cantidad que se habían marcado como colofón en una sola campaña.