[PAJARITOS Y PAJARRACOS] Se va el caimán y llega el cocodrilo
XAN DAS VERDADES | En las Cortes de Castilla y León tuvo lugar esta mañana de martes el casting para elegir el nuevo Presidente de la Comunidad al que solo concurre él. No ahorró elogios a su predecesor Juan Vicente Herrera, responsable de lo mucho y bueno, según Mañueco, que se ha hecho en los años de su mandato. Faltaría más, y además también lo mucho malo.
La canción Se va el caimán estuvo prohibida por la censura franquista por entender que una intolerable injerencia insinuaba una próxima retirada de Franco; ¡ay, que ingenuos! el Caudillo no estaba por jubilarse para ir a pasar el rato en el tele club tomando un carajillo.
Nuestro caimán particular, Herrera, sí se va vivito y coleando. Con lo cual no va a acabar como un bolso de lujo, si no como una vaca sagrada con dignidad y mamadera garantizada. Y si no quiere eso, ahí tiene la puerta giratoria de Enredadera-Gürtel-TVCyL donde no cumplirían con menos que ponerle un piso con jacuzzi y vino de mencía a esgaya.
Un día habrá que volver sobre los milagros de este Oliveira Salazar de secano que tanto mal ha hecho a nuestra tierra. Sin tratar de menoscabar al soltero luso que, al menos, tenía la prudencia de no celebrar la derrota castellana en Aljubarrota, mientras que el célibe mesetario se hartó de patrocinar los cohetes de Villalar en los aniversarios de la derrota.
El discurso de Mañueco soporífero, con esos enunciados voluntaristas que siempre comienzan con infinitivos
El discurso de Mañueco soporífero, con esos enunciados voluntaristas que siempre comienzan con infinitivos: crear, impulsar, promocionar, activar, promover, regenerar… y que siempre arrastran esa ladina inconcreción que buscan los proponentes.
Del Bierzo y sus desdichas ni palabra, de la corrupción y su metástasis ni mu, de cargarse la corrosiva teleUlibarri ni una mención remota, nada de nada. Con esa carta de suculencias para empacharse por el oído, con esas clamorosas elusiones, el tal Mañueco promete de todo: pleno empleo, miel sobre hojuelas, repoblación rural inmediata, botillo con merengue, repesca del talento perdido, freno al cambio climático, puerto de mar en la dársena de Medina de Rioseco… y así.
Una diferencia entre los caimanes y los cocodrilos es que los primeros sólo retozan en aguas dulces mientras los segundos también surcan las salobres. El recorrido del caimán que se va se limitaba a la fluvial Cuenca del Duero, a esa y solo a esa; el que llega parece querer adentrarse en la mar salada aunque solo sea para darle un bocado al Garfio/Igea que tiene un casting inmejorable de víctima propiciatoria.