Ponferrada empieza a aplicar la limitación de velocidad a 30 km/h, sin multas hasta julio
Desde este martes se abre un período de información y adaptación, sin sanciones a los conductores hasta el 30 de junio.
El Ayuntamiento de Ponferrada presentó esta mañana las nuevas normas de circulación vial que estarán en vigor desde hoy y que básicamente establecen el límite de 30 km/h en las vías del casco urbano de Ponferrada y de 20 km/h en las vías de plataforma única en las que la acera está al mismo nivel que la calzada.
A partir de hoy se abre un periodo de información para que los usuarios puedan adaptarse a la nueva normativa. Este periodo concluirá el 30 de junio y solo a partir del 1 de julio la Policía Municipal empezará a denunciar a los infractores. Según los datos de la Policía Municipal, el 90% de los viales de la ciudad de Ponferrada están conformados por un solo carril de circulación, por los que a partir de la entrada en vigor se deberá circular a una velocidad máxima de 30 km/h o 20 km/h si es plataforma única de acera y calzada.
La implantación de la iniciativa denominada Ponferrada 30 contempla ocho puertas de entrada que conformarán un perímetro del casco urbano y que el usuario tendrá que circular por todo el conglomerado urbano a 30 km/h o 20 si es plataforma única, convirtiendo así algunas arterias de la red principal que queden dentro de dicho perímetro cuyos usuarios tendrán que circular a una velocidad máxima de 30 km/h.
Esta reforma, da una nueva redacción al artículo 50 del Reglamento donde se ubican los nuevos límites de velocidad en la ciudades, fruto de la apuesta decidida de colaboración entre administraciones, va a tener una transcendencia muy importante, pues se van a poder crear ciudades mas amables donde puedan convivir de forma mas segura los distintos usuarios de la vía. Así, se pretende que el protagonista sea el peatón en esa nueva movilidad urbana.
Los objetivos primordiales de esta modificación consisten en reducir la siniestralidad vial, sobre todo la que afecta a los colectivos más vulnerables, garantizar la fluidez de los desplazamientos realizados en las grandes avenidas de la ciudad, y reducir el impacto negativo de la circulación de vehículos en la calidad del aire de las ciudades.