Agricultores y ganaderos piden proteger el suelo rústico ante la «invasión» fotovoltaica
Unión de Uniones reclama que las plantas ocupen zonas no productivas y urbanas y otras medidas para racionalizar su implantación.
Las organización Unión de Uniones de Agricultores y Ganaderos ha trasladado al Ministerio de Transición Ecológica y Reto Demográfico y al de Agricultura su documento de posición en relación al modelo de implantación de energías renovables en zonas rurales, subrayando los problemas de competencia que se están dando en determinadas zonas con las superficies destinadas a la producción de alimentos.
La organización agraria, que ha mostrado su preocupación por este tema en reiteradas ocasiones, considera que la fuerte proliferación de plantas solares y otros proyectos de renovables está produciendo un aumento del precio de la tierra, de las dificultades en el acceso a la tierra para los agricultores más jóvenes o de daños a la biodiversidad.
Unión de Uniones comparte la necesidad de aumentar la producción de energía renovable en España, pero no a costa de la actividad de los agricultores y ganaderos. La organización defiende un crecimiento atenuado y racional de la producción energética de fuentes alternativas, con visión de conjunto, salvaguardando las zonas de alto valor natural y de interés agrario y priorizando la instalación de los parques de energía en zonas menos productivas y urbanas.
Para ello, la organización propone la elaboración por parte del Miteco, al igual que ha hecho con los mapas de sensibilidad ambiental, de mapas de zonificación del territorio en función de su interés agrario, teniendo en cuenta superficies como las de las explotaciones agrarias prioritarias, los terrenos de regadío de promoción privada, las zonas de agricultura periurbana, los terrenos incluidos dentro de planes de deyecciones ganaderas, los mosaicos agroforestales o las superficies aptas y/o inscritas para las figuras de protección, producción ecológica, integrada o de calidad, así como para el desarrollo de razas autóctonas y variedades locales. “Igual de importante es que no se implanten estos parques en zonas medioambientalmente sensibles como que no se construyan en zonas de alto valor agronómico”, subrayan desde la organización.
En otro orden de cosas, la organización ha reclamado evitar la concentración de infraestructuras y limitar las hectáreas dedicadas por municipio para asegurar esa senda de crecimiento racional, así como favorecer la implicación de las personas del territorio e incentivar la generación de energía mediante biomasa forestal para aumentar el impacto socioeconómico de la producción de energía en las zonas rurales y hacer una labor de limpieza de monte especialmente útil de cara al verano y el riesgo de incendios.
Asimismo, ha pedido al Ministerio articular y dotar con fondos suficientes los instrumentos políticos que permitan a las zonas rurales en general y a los agricultores y ganaderos en particular dotarse con sistemas de autoabastecimiento energético, incentivando estas producciones en detrimento de grandes proyectos de parques de energías, definiendo un modelo que tenga en cuenta la actividad agraria, vertebre el territorio y genere tejido social.