[TRIBUNA] Una ciudad amigable, inclusiva y solidaria con nuestros mayores
MARÍA LUISA VARELA | La cultura del buen trato tiene que llegar a todas las generaciones para convertir a Ponferrada en una ciudad amigable, inclusiva y solidaria con nuestros mayores en todos los ámbitos de nuestra vida diaria, y donde la edad no signifique nunca un motivo de discriminación.
De lo que se trata es de reconocer su diversidad, respetar sus decisiones y opciones de forma de vida, promover una cultura de inserción compartida por gente de todas las edades, y responder de manera flexible a sus necesidades y preferencias relacionadas con el envejecimiento activo.
Hoy se celebra el Día de Toma de Conciencia del Abuso y Maltrato en la Vejez en todo el mundo; una conmemoración con la que se pretende sensibilizar a la sociedad, detener el incremento de esta problemática y concienciar del daño que se les puede generar a las personas durante los años de senectud, incluso dentro del entorno familiar.
En el caso de Ponferrada, tal situación está siendo una de las prioridades de la Concejalía de Mayores. Así, destaca el Proyecto Faro, un programa que se ha estrenado ya en Flores del Sil, al presentarse en este barrio un alto porcentaje de personas en esta situación. Con esta idea se pretende que la sociedad se convierta en un faro que guíe y vigile la soledad de las personas en la ciudad. En segundo lugar, Los mayores, ¡jueves de cine!, un ciclo para crear un día del espectador para los mayores de 60 años y promocionar el ocio y la cultura, es otra de la medidas adoptadas por el área de Varela para impulsar el «ocio constructivo». A ello se suma otras actividades como talleres de memoria y de nuevas tecnologías, o rutas organizadas dentro del Programa de Acercamiento Intergeneracional entre mayores y alumnado universitario.
Todo ello redunda en un envejecimiento saludable y activo, encaminado a mejorar sus entornos y servicios. Tanto es así, que en una localidad amigable las políticas, los servicios y las estructuras relacionadas con su entorno físico y social se diseñan y reorganizan para apoyar y permitir a nuestros mayores vivir dignamente, disfrutar de una buena salud y continuar participando en la sociedad de manera plena.
Estas situaciones durante la senectud han tendido a ocultarse a la vista del público y considerarse como un asunto esencialmente privado, aunque en la actualidad comienza a visibilizarse. Por eso, el maltrato a los mayores continúa siendo un grave problema de salud pública y social, insiste Varela.
Debemos dejar la indiferencia y reconocer el incremento de los niveles de abuso y maltrato hacia las personas de la tercera edad, sobre todo en atención y asistencia médicas. A esto se añade el elevado porcentaje de personas mayores de 70 años que no tienen acceso a un sistema de pensiones y de jubilaciones, o a otros ingresos económicos que les permita disponer de una mejor calidad de vida.
Si el año pasado la ONU eligió esta conmemoración como tema central para el año 2020 durante la pandemia; ahora, un año después, este tema continua vigente debido a la elevada vulnerabilidad de las personas de la tercera edad. Esto afecta considerablemente la salud de las personas, especialmente en la etapa de la vejez, que han formado parte del grupo de alto riesgo de mortalidad por la COVID-19.
- María Luisa Varela es concejala de Mayores del Ayuntamiento de Ponferrada