El alcalde y el PP estiran la polémica por el ‘cuaderno azul’ con una escalada de reproches
Ramón no cree que deba pedir disculpas y Morala insiste en que se ha puesto en duda el sistema de acceso a la plantilla municipal.
Un asunto con un efímero recorrido judicial ha desencadenado una agria polémica que el alcalde de Ponferrada y el principal partido de la oposición parecen empeñados en estirar, entrando un un intercambio interminable de reproches y descalificaciones mutuas, con continuas réplicas y duplicas, Tras el archivo por la Fiscalía de Área de la denuncia por el conocido como cuaderno azul, el PP pidió al regidor que se disculpase y este ha respondido que no encuentra motivo para hacerlo.
Dicen que la mejor defensa es un buen ataque, así que Olegario Ramón ha sacado a relucir la investigación del caso Enredadera. en la que se mencionaban contactos de cargos del PP locales con miembros de la trama. El alcalde se pregunta si el portavoz del PP también exigirá que pidan disculpas los jueces y policías que investigaron ese caso y detectaron contactos del empresario José Luis Ulibarri con el exconcejal Ricardo Miranda, la exalcaldesa Gloria Fernández Merayo y otros cargos populares, como Eduardo Fernández.
Al alcalde le parece «una desfachatez» que se le exijan disculpas a él por llevar al fiscal el famoso cuaderno, porque eso es tratar de amparar unas prácticas que le parecen «deleznables». Olegario Ramón considera que, independientemente de que los hechos hayan prescrito, las anotaciones de ese cuaderno demuestran el funcionamiento clientelar de la alcaldía durante un periodo que, según el decreto de archivo, supera los 20 años de antigüedad.
El regidor entiende que el juez no investigue la autoría del cuaderno, por haber prescrito, pero asegura que la letra sería identificable mediante una pericial caligráfica. También recuerda que aparecen más de 60 referencias a diferentes personas, muchas de ellas con anotaciones como «hijo de…» o «esposa de»’. A 14 aparecen se las menciona con nombre y apellidos y de ellas cuatro disfrutaron de algún contrato en el Ayuntamiento.
«El alcalde debe una disculpa: a los empleados públicos»
Por su parte, el portavoz del Grupo Municipal Popular en el Ayuntamiento, Marco Morala, ha insistido este lunes en que el alcalde debe disculparse, “ni siquiera con quienes pudieron ocupar su cargo antes, ni con el PP, que eso es lo de menos, , sino con los más perjudicados por su cuento: quienes en algún momento han servido como empleados públicos en el ayuntamiento de Ponferrada, muchos de los que pueden estar ahora, sobre los que extendió la sombra de la sospecha sobre su acceso al empleo público, y lo sabe perfectamente”.
Morala subraya que «el revolcón que una vez más se lleva de las instancias judiciales es tanto más incomprensible cuanto más se empeña en decir que ya lo sabía él, que no tenía recorrido. Pero no lo ha tenido no sólo por la prescripción, sino por no acreditarse el ilícito penal, que no se le olvide a quienes oyen los balbucientes pretextos de ayer. La autoexcusa no puede ser más ridícula, ni más parcial, ni más insuficiente para los que han visto como se hacían quinielas con su adscripción política o personal según el momento en el que entraron en el ayuntamiento. Y Olegario Ramón sigue sin pensar en ellas hoy».
“Entre una disculpa de dignidad, que hubiera cerrado el asunto, y escurrir el bulto con nuevas cortinas de humo, ha escogido mantenerse en el relato, sin pruebas, como se acredita en sede judicial, y en la indignidad de no reconocer a los empleados públicos el error de haber considerado que muchos serían una pandilla de enchufados. La mejor manera de generar un buen ambiente de trabajo en el ayuntamiento”, apostilla el portavoz popular.
Para Morala, «lo que en otro caso no pasaría de simple perreta de niño chico, en el alcalde de Ponferrada y funcionario de justicia asombra por la irreverencia hacia el honor de adversarios y empleados públicos. Y de paso, por su desconsideración hacia el funcionamiento de la Administración de Justicia y el Estado de Derecho. Las resoluciones de los jueces y de los fiscales se respetan. Debería haberlo hecho a pesar de su demostrado talante de demócrata asintomático»-
“En lo sucesivo no podrá mirar a los ojos de muchos empleados municipales de la casa consistorial. Los ha puesto en duda, con el peor populismo posible, el de que a la función pública se llega por enchufe. No parece el mejor ejemplo para los ciudadanos de Ponferrada que tienen que confiar en los empleados de su administración local. Ni el mejor reconocimiento de la valía personal que ha llevado a los trabajadores municipales a los puestos que desempeñan. Deslegitima su acceso y con él su trabajo y eso es políticamente imperdonable”, concluye el portavoz del PP.
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