El Consejo Comarcal rinde homenaje a sus ‘pioneros’ en el 30 aniversario
- La primera corporación
La institución celebra un acto este domingo en el Ayuntamiento de Ponferrada al que también ha invitado a los expresidentes.
El salón de plenos del Ayuntamiento de Ponferrada acoge el domingo 11 de julio el acto conmemorativo del 30 aniversario de la constitución del Consejo Comarcal del Bierzo. La institución espera contar con gran parte de aquella primera corporación que se reunió por primera vez en el mismo lugar el 11 de julio de 1991. También se ha invitado a los expresidentes, a miembros de la actual corporación y a representantes de la Diputación, de la Junta de Castilla y León y del Gobierno de España.
El acto será un homenaje a los 48 hombres y 3 mujeres que formaron parte de aquel primer Consejo Comarcal. La institución ha intentado localizar a los protagonistas, en algunos casos no ha sido posible, por lo que se hace un llamamiento público para que acudan al acto, confirmando previamente su asistencia.
El Consejo Comarcal entregará a los primeros consejeros y consejeras un recuerdo del 30 aniversario. Al finalizar el acto, está prevista la realización de una foto de familia con todos los invitados.
Aquel primer Consejo Comarcal
Presidido por el socialista Francisco Alfonso Álvarez, entre los 51 miembros del pleno constituyente celebrado el 11 de julio de 1991 se contaban Amparo Valcarce, Ismael Álvarez, Rita Prada, Antonio Canedo, Laudino García, Darío Martínez o Andrés Domínguez. Lo contaba la revista mensual La Comarca del Bierzo en la entradilla de un reportaje que publicaba en su primer número bajo el título Por un puñado de dólares: «Los 51 componentes del primer Consejo Comarcal del Bierzo vendería, a buen seguro, su alma al diablo por un puñado de dólares con tal de poder contar con medios para desempeñar alguna tarea».
Cuando se constituyó la primera corporación comarcal, el 11 de de 1991, la anécdota más celebrada la protagonizaron el alcalde de Oencia, José Estanga Rebollal –ya fallecido al igual que Laudino García, Antonio Canedo, José Luis Iglesias, Ernesto Valladares, Víctor Araújo o Miguel Ángel Casado Velicias–, y el primer presidente de la institución, el regidor de Páramo Francisco Alfonso Álvarez, con un diálogo de tintes surrealistas. Estanga propuso llevar la sede comarcal al Castillo de los Templarios. Alfonso dio por buena la idea, pero le preguntó de dónde pensaba sacar el dinero. «Eso, búsquese usted la vida», replicó el de Oencia. «No estoy dispuesto a pedir en las puertas de las iglesias», zanjó el presidente.
A la puerta de la iglesia de San Pedro reunió la revista a los miembros del primer Consejo para hacer una foto de familia. Faltaron diez a la cita. En sus inicios, el ente comarcal celebraba sus sesiones de prestado en el salón de actos de Caja España, carecía de funcionarios y ni siquiera disponía de un sobre con membrete o una fotocopiadora. El debate sobre las competencias y la financiación ha acompañado desde su nacimiento a la institución comarcal. Que si la Junta, que si la Diputación, que si los ayuntamientos, que si las mancomunidades, que si todos, que si ninguno… Francisco Alfonso tenía su propia teoría y la explicaba con un ejemplo bastante curioso: «Si un matrimonio deja a un hijo desnudo en la calle, a quien corresponde recogerlo es a ese matrimonio, a los padres. El padre de la comarcalización es la Junta».
El primer presidente terminó abandonando el barco, harto de pelear contra molinos de viento, para dejar el testigo a Rita Prada. Varios de los protagonistas más activos y conocidos de la vida política berciana desde la Transición hasta la actualidad pasaron por aquel Consejo en el que estaban representados todos los municipios, encuadrados en siete grupos distintos. El PSOE gozaba de una cómoda mayoría absoluta con 29 consejeros, por 15 del PP, 3 de Izquierda Berciana (una escisión de IU), y uno de CDS, IU, Independientes por Bembibre (grupo liderado entonces por Jesús Esteban) y Agrupación Matarrosa Independiente, con Solís Fernández, un conocido taxidermista que llegó a colaborar con el afamado Félix Rodríguez de la Fuente.