Seis municipios de las zonas de Fabero y Toreno exigen «acabar con el abandono sanitario»
Critican la contradicción entre las instrucciones de la Junta para frenar la quinta ola de covid y el cierre de consultorios.
Los municipios bercianos de Fabero, Vega de Espinareda, Berlanga del Bierzo, Toreno, Candín y Peranzanes –que forman parte de las zonas básicas de salud de Fabero y Toreno– han exigido a la Junta de Castilla y León poner fin «al abandono sanitario que sufren sus vecinos», según explican en un comunicado. «La propia Consejera de Sanidad de la Junta de Castilla y León, Verónica Casado, dirigió a los Ayuntamientos una carta alertando de una quinta ola con aumento de contagios dentro de la población más joven, recomendando extremar las medidas de precaución. No se entiende que en esta tesitura la Junta de Castilla y León en vez de reforzar los servicios sanitarios haga todo lo contrario: disminuir el personal sanitario y proceder al cierre de consultorios locales», señalan.
Los seis municipios expresan su “enfado justificado”, el mismo que les manifiestan a sus respectivos alcaldes sus vecinos por la falta de atención digna a los pacientes que, si ya era palpable antes, ahora se ha vuelto desesperada. Se censura el cierre técnico de los consultorios médicos, cuyos gastos afrontan “con enorme esfuerzo” los municipios, es decir, los vecinos, para que ahora permanezcan cerrados para ellos por falta de personal sanitario suficiente. Un personal al que hay que reconocer el esfuerzo personal que realizan a pesar de la “desidia política” de la Consejería de Sanidad, el Sacyl y la Gerencia de Salud. «A esto hay que sumar las enormes dificultades para conseguir una cita médica, con un sistema telefónico previo que es un desastre».
Los regidores recuerdan que «se trata de zonas de salud tan amplias como distintas, y con una considerable dispersión geográfica», por lo que exigen «todos medios que hagan falta también para atender las urgencias, al menos con dotación de dos médicos/as y dos enfermeras/os, de manera que si tienen que acudir a una localidad alejada no quede desatendido el servicio para el resto del territorio». Los alcaldes advierten de que “la paciencia de enfermos, familiares, vecinos, juntas vecinales y municipios está llegando al límite por una gestión que nos da la espalda a los pueblos y es insostenible». Por todo ello, no descartan «valorar medidas más contundentes tras tantos meses de no poner remedio a la prestación de un servicio que siempre es básico, pero con esta crisis sanitaria lo es más que nunca».