El concejal no adscrito denuncia que el estado de algunos pueblos de la Tebaida «se acerca al tercermundismo».
Vecinos de la localidad de Valdecañada han manifestado su desacuerdo con la captación de agua potable, que califican de «chapuza», según ha desvelado el concejal no adscrito del Ayuntamiento de Ponferrada tras una visita a la localidad. Manuel de la Fuente señala que el estado de algunos pueblos de la Tebaida y el Valle del Oza «se acerca al tercermundismo en pleno siglo XXI».
La captación del agua de Valdecañada, según estos vecinos –»a los que no les falta razón», apostilla el edil tras recorrer la zona– «debió ser efectuada en la parte alta del arroyo donde fluyen la mayor parte de los manantiales para dirigirla mediante tubería hacia las arquetas (que también están en mal estado), para evitar que las vacas y otros animales depositen sus excrementos y orines a lo largo y ancho del arroyo de captación mezclándose con el agua de los manantiales, produciendo con ello una situación preocupante que puede ser muy perjudicial para la salud de los habitantes de Valdecañada por mucho que se clore el agua».
Las calles del pueblo son otro de los problemas que, según De la Fuente, requiere una actuación municipal. «Solo existe la calle general urbanizada con baldosa de piedra en un 80%, cuando alguna se levanta es sustituida por un parche de mortero de hormigón, desvirtuando con ello la calzada, parece que para la brigada del Medio Rural es más fácil y da menos trabajo poner el parche que picar el mortero viejo y colocar de nuevo la baldosa debidamente», explica el concejal.
«Las demás calles del pueblo están de tierra como en el siglo XVIII, en invierno producen cantidad de barro y en verano mucho polvo y hierba por el medio de la calle hasta la altura de las rodillas y sin desbrozar. La plaza mayor del pueblo donde a veces celebran las fiestas, está llena de basura, hierva, zarzas y ortigas sin desbrozar desde hace bastante tiempo, bancos muy sucios y sin pintar. Las fuentes están en mal estado, su reparación y puesta en funcionamiento son otra exigencia de los vecinos», detalla.
De la Fuente se refiere asimismo a las antiguas escuelas del pueblo, hoy lugar de reuniones de los vecinos, cuyo patio de entrada está «lleno de hierba y maleza de grandes dimensiones», y a la carretera de acceso desde Ponferrada, que presenta algunos tramos «con bastante peligro por la maleza que invade la calzada y hay numerosos baches».
El concejal no adscrito insta al tripartito a «no mirar para otro lado» y a establecer prioridades para resolver «los problemas que están sufriendo una parte importante de los ciudadanos del municipio, sin olvidarse de ellos, como han estado haciendo hasta la fecha de los núcleos rurales y barrios de la periferia». Y es que, concluye De la Fuente, «sin unas infraestructuras mínimas y unos buenos accesos será muy difícil sujetar población en estas zonas», cuyos habitantes «también pagan impuestos como el IBI (en algunos casos demasiado excesivos para la zona donde habitan), la tasa de basura y el agua y tienen los mismos derechos que todos los demás habitantes del municipio para disfrutar de una mejor calidad de vida que en estos momentos no tienen a pesar de arrimar el hombro con estos impuestos».